Unas veces al lado de sus padres trabajando y otras aprendiendo lo dura que es la vida en Cuba, o simplemente solos. Luchando bajo el sol o en las sórdidas noches transitando entre el alcohol, las drogas y la estridente música de cualquier tugurio; muchos adolescentes con apenas 15 años de edad ya tienen la lección asimilada de que no hay muchos caminos para elegir, buscando escapar de la miseria.
Hembras y varones son obligados por sus padres a mendigar en las calles, detrás de los turistas; otros mas espigados y hasta con menos edad, lanzan ofertas sexuales que incluyen desde sexo oral, pornografía y hasta sexo completo. Niños, adolescentes y jóvenes compiten por una vida de degradación total, producto de la pobreza que los agobia y que los hace madurar antes de tiempo asumiendo las riendas del hogar sin otro futuro que la desesperanza.
Kirenia aun no cumple los 15 años y hace 10 meses se vino de Santiago de Cuba con su prima Yaima de 18 años; esta última con mayor experiencia, la inicio en el giro de la prostitución.
“Al principio sentía miedo y me ponía nerviosa abordar un turista, ya lo veo como algo normal, empece frecuentando la “La Bodeguita del Medio” y otros centros nocturnos, me destaque en el sexo oral, aun cuando perdí mi virginidad; cuando cumplí los 10 años. No es fácil acostarse con uno de esos viejos; mi prima me acompañó los primeros dos meses y luego conocí a Juliet, fue cuando nos cambiamos al “Melía Cohíba” y otros hoteles de más categoría donde los turistas pagan mejor, los canadienses son los mas esplendidos, es cierto, sin embargo prefiero los españoles u otra nacionalidad pues son personas mas puras y sensuales. A nadie le interesa la edad que tengo, tampoco aparento ser menor y como vez el maquillaje me favorece. ¿La policía? También tiene su precio y están en la lucha como nosotras. ¿Un novio? Trae problemas en el negocio y de mi dependen mi mamá y mis cuatro hermanitos allá en Santiago. ¿La escuela…? tuve que dejarla pues mi mamá se enfermó y tuve que hacerme cargo de mis hermanos, pues soy la mayor…, algún día podre estudiar, tal vez en otro país, pues viajar es mi sueño. En todo esto hay riesgos y te expones a cosas feas, hace poco dos canadienses nos contrataron para compartir sexo entre nosotras y después no querían pagar, pero tengo amistad con los trabajadores de los Hoteles que frecuento y busque apoyo en ellos, al final tuvieron que pagarme los doscientos dólares pactados… Lo que mejor pagan son los videos porno… En el giro hay muchos, tanto hembras como varones, ahora en vacaciones se incrementa más la prostitución y la competencia aumenta; pero nosotras tenemos la experiencia y eso se impone. ¿Mi sueño…? Llegar a la mayoria de edad, casarme con un extranjero y emigrar de este país.”
Para concluir la informal conversación con estas adolescentes cubanas que sostienen sus familias mediante la prostitución, tomó la palabra Juliet de 16 años, natural de Camagüey, ella destaca que los canadienses son los que mas visitan la isla, precisamente atraídos por el turismo sexual y la mayoría son pedofilos y violadores. Grábalo y publica esto tío, a lo mejor el gobierno de Canadá les prohíbe viajar a Cuba, ya que aquí a nadie le importa que esa plaga infeste la isla detrás de los niños y niñas.
De un extremo a otro de la isla, se multiplican las historias de niños que deben sacrificar sus sueños, juegos infantiles y fantasías.
No son tiempos de jugar a las muñecas…
Nota: De este reportaje no hay imágenes, solo poseo la grabación de voz, los esbirros me borraron las fotos en el último arresto.