Martes , 27 Junio 2017

Vivir en la enfermedad y la miseria abandonado por las instituciones del gobierno

A principio de Junio, el pasado jueves 8 de 2017, falleció  Proscopio Cabrera Guerras un ciudadano cubano, que se evaluó  como un caso social crítico de la comunidad  La Nilda, ubicada en el  municipio San Juan y Martínez, provincia Pinar del Río.

Proscopio vivió en la enfermedad y la miseria abandonado  por las instituciones del gobierno. 

Llevaba más de cinco años en cama por dos infartos cerebrales, vivía en condiciones infrahumanas dentro del hambre y el desamparo social. Después de varias denuncias realizadas por Arelis Rodríguez Silva, activista de Derechos Humanos y Defensora del Pueblo, además de  la visita de miembros  pertenecientes al Observatorio Cubano de Derechos Humanos, donde exigieron  directamente al gobierno municipal y al provincial, a los Comités de Defensa de la Revolución, a los trabajadores sociales y al Delegado del Poder Popular de la zona, que este ser humano necesitaba urgentemente atención médica y amparo social. Provocando un cierto sentido del deber de funcionarios del Gobierno y  fue que le donaron, hace apenas tres meses, un colchón anti escara, sabanas, avituallamientos, ropa y calzado, además de un módulo de cocina para la elaboración de sus escasos alimentos.

Antes de esta reclamación Proscopio llevaba años viviendo en extrema pobreza y las autoridades hacían caso omiso a su problema. Gracias a la gestión de la Defensoría del Pueblo,  al Partido Cuba Independiente y Democrática,  y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos Proscopio pudo vivir sus últimos días con un poco más de atención.

Por eso  Proscopio antes de morir  su deseo fue un vaso de agua fría, que le dio  la  defensora Arelis Rodríguez Silva, quien siempre se mantuvo a su lado ayudándolo en los momentos más difíciles de su vida. Además dejo bien claro que estaba muy  agradecido de Arelis y  de todos los activistas de Derechos Humanos que lo fueron a visitar, porque fueron los únicos que me dieron la mano y realmente se preocuparon por mi” afirmaba Proscopio en cada conversación que sostenía con las pocas personas que pasaban por su domicilio.

Algunas imágenes  fueron tomadas días ante de fallecer Proscopio, pueden herir la sensibilidad del lector, su estado de salud ere muy deprimente, pero es una realidad que viven muchos ancianos y otras personas vulnerables dentro de Cuba y es preciso que sean denunciadas.

 


 

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