Vivir mejor se encuentra dentro del proyecto de vida de la gente común en el mundo, vivir mejor es el sueño permanente de millares de familias cubanas. Mas vivir mejor no es solo tener más cosas, sino poder encontrar la sensibilidad de un gobierno que les permita cambiar la vida amarga e inhumana que están obligados a enfrentar desde hace más de veinte años, cuando la necesidad de vivienda les impulso a fabricar ranchos en terrenos marginales.
Tal es el caso de los habitantes del Barrio “Palmira”, ubicado en la periferia de la ciudad de Guantánamo, conformado por más de 200 núcleos familiares, carentes de total condiciones para la vida.
María Teresa Menéndez, de 67 años de edad, es fundadora del citado asentamiento marginal y accedió a brindarnos su testimonio.
“En 1994 mi esposo y yo fabricamos “un vara en tierra” en este lugar desértico, con la esperanza de que en un futuro pudiéramos mejorar; tanto repetían aquella consigna de “Una sociedad con todos y para el bien de todos”, o aquello de ” Una revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes”, que hasta llegamos a creer en aquellos cuentos, luego empezaron a llegar más personas necesitadas, y a fabricar ranchos, hasta ahora, en la actualidad siguen llegando
infelices…”
“Aquí somos ilegales, esto es “tierra de nadie”, no tenemos servicio eléctrico, mucho menos agua potable, ni servicio de alcantarillado; a pesar de encontrarnos a 1 km de todas las redes que ofertan esos servicios, tampoco hay escuelas y ni un consultorio médico. Para el gobierno solo existimos cuando hay elecciones y nos obligan a votar por gente que no conocemos.”
“Pero sí que esta tierra tiene dueño, vivimos en terreno del estado, somos ilegales y no tenemos derecho a los subsidios para mejorar las viviendas. Hay mucha insalubridad, es cierto; ¿acaso podría ser de otra manera? Sobrevivimos a la cochambre y la escasez permanente de alimentos, el agua que bebemos es de un pozo contaminado. El pasado año se detectaron varios casos de cólera, este año se han contagiado muchos con Dengue y enfermedades diarreicas agudas, no todos hierven el agua, gracias a Dios no se ha muerto nadie, vivimos de puro milagro.”
“Este no es el único barrio marginal de Guantánamo, esta San Justo, Cuatro Camino, Angola; eso sin contar los barrios de la montaña y otros municipios, son cientos las familias que sufren marginalidad y pobreza acá en el oriente.”
“A veces me alegro de no tener luz eléctrica y mucho menos televisión, para no ver las mentiras que publican los comunistas, en mi opinión pienso que ninguno de los que sufrimos tanta pobreza y desigualdad tenemos nada que agradecerle a la “revolución” y mucho menos a Fidel o a Raúl, a fin de cuentas somos víctimas del monstruo creado por esos malditos.” Enfatizó para concluir la anciana con mucho decoro.