Las nuevas transformaciones del modelo económico cubano impulsado por la dictadura está generando mayores índices de engaño al consumidor, fraudes y corrupción. Los establecimientos de la red minorista estatal se ubican a la vanguardia del vandalismo e irrespeto a la población.
Solo basta un recorrido por algunos de los llamados mercados “ideales” que comercializan alimentos liberados de primera necesidad como: arroz, frijoles, azúcar, sal y otros…, para contactar el estado de opinión generalizado del pueblo.
Juan Alfredo Quiñones, de 72 años y vecino del municipio La Lisa en la Habana, tradicionalmente compra en el mercadito ubicado en Ave. 51, esquina 160, del referido municipio y nos comenta:
“Es un bandolerismo autorizado lo que existe en estos mercados, una mafia sin escrúpulos; cuando el arroz estaba a 5.00 pesos (cup), te robaban 1/2 libra y ahora que bajó a 4.00 pesos te roban 3/4 de libra; si protestas, te ofenden y hasta te amenazan de golpearte, la mayoría de los dependientes practican el matonismo, te roban descaradamente y no hay a quien acudir, los inspectores populares ignoran el vandalismo estatal, son compinches en el negocio, y todavía tienen cara de hablar de “Socialismo próspero y sustentable”. Enfatizó con disgusto que: “El colmo de un gobierno es no respetar los derechos del pueblo que representa”.
La decidía es nacional, Rosa González vecina de la calle. Daoiz # 30032 esquina a Compostela, en Matanzas cuenta que en Abril compró una lata grande de puré de tomate al precio de 85.00 pesos en la feria estatal del estadio Victoria de Girón, de esta ciudad.
“Al abrir la lata comprobé que el puré estaba mezclado con algo indefinible; traté de vindicar mis derechos de consumidora y escribí a la dirección electrónica que indica la etiqueta informando lo sucedido. No obtuve respuesta alguna”.
“En la etiqueta de la lata dice: Producido por la Empresa de Conservas de Vegetales Santiago de Cuba, Fábrica Caney, Comercializado por Confruve, La Lisa, Ciudad Habana. Llamé a los teléfonos de estas entidades y no encontré respuesta, mi conclusión al respecto es que fui estafada, el producto es un fraude y con alto riesgo para la vida pues un amigo lo verificó en un laboratorio y contenía altos índices de un producto químico nocivo conocido como (espesante)”.
“Yo me pregunto… ¿Cuántas personas han sido timadas con este producto o cuantas pusieron en riesgo su vida por intoxicación? Lo más triste es que no tienes a quien acudir pues estos que dicen ser “revolucionarios” se tapan con la misma sábana cuando se trata de definir errores y responsabilidades, está claro que no existe respeto a los derechos del consumidor”. Dictaminó impotente.
Idéntica situación enfrenta la ciudadana María Victoria Cuevas residente en el Reparto El Caney, Edif . 2, apto.3 de Santiago de Cuba. La anciana denuncia haber adquirido una bombona de gas liberada el pasado 14 de Abril, en el punto de gas de su localidad, al precio de 110 pesos, y al cabo de seis días ya no proporcionaba combustible; desde entonces se ha quejado a todas las instancias del gobierno y el Partido sin obtener respuesta, ni solución, por lo que dice: “…eso me motivó a acudir a los medios de prensa independientes, para que se conozca en el mundo todo el fraude corruptivo que debe enfrentar el pueblo cubano y la falta de respeto, el abuso de poder y el desamparo legal de una sociedad oprimida por el totalitarismo dictatorial”.
“Que nadie se llame a engaño con palabritas y consignas, en Cuba la Corrupción emana de las altas esferas y cada día aumenta, socavando los derechos de los más pobres y desposeídos, al Partido y al Gobierno a estas alturas no les importa lo que sufre este pueblo”, concluyó indignada.