Martes , 27 Junio 2017

Una mirada sensible para un niño que sufre

En Cuba hasta los más pequeños de cada familia enfrentan la carencia de sensibilidad humana provocada por un Sistema Social plagado de Desigualdad y Desamparo, aquello de que “No hay nada más importante que un niño…” fue otra de las consignas revolucionarias que el viento se llevó.

Desde Sagua la Grande en la Provincia Villa Clara, nos escribe una madre aquejada de impotencia y desesperación. Noreimis Sánchez suplica que el mundo conozca su caso, tipificado como “critico” por los dirigentes del Partido y el Gobierno en el municipio, pero sin solución por la inexistencia de un fondo habitacional.

Destaca Noreimis: “Soy madre soltera de dos hijos menores, uno de once años y otro de cinco. Éste último presenta una lesión estática en el sistema nervioso central, broncoestacia en el pulmón derecho e hipercarsuria renal, ello le provoca al pequeño problemas de equilibrio, y además, es epiléptico. También presenta una disfunción al masticar y tragar los alimentos, por eso broncoaspira mayormente los líquidos. Es la principal causa de sus estados de gravedad frecuentes.”

Asimismo añadió la madre: “El niño está siendo atendido por Psiquiatría Infantil, pues se torna agresivo, requiere educación especial y una atención constante para desarrollarse, necesita un espacio para jugar y correr, requiere de mayores condiciones higiénico-sanitarias,  según dictamen de los especialistas que lo atienden, no en balde los ingresos hospitalarios son recurrentes, en dos ocasiones muy grave. Es un paciente de alto riesgo y con su salud tan frágil resulta imposible trabajar pues todo el tiempo debo dedicarlo a su cuidado.”

Sin embargo, (y este es el asunto de su desesperación) esta madre hace más de un año espera una respuesta de las autoridades en el territorio tras una solicitud que hizo de Subsidio para reparar su modesta vivienda de madera y techo de cartón, que a día de hoy consta de una sola habitación, sin servicio sanitario, ni agua potable y que fue una donación de su abuelo. “No estoy pidiendo una casa pues ya estoy convencida que no me la darán. Tengo la amarga experiencia de  meterme en un apartamento vacío con los niños en el 2013, propiedad de una familia que abandono el país, y me sacaron por la fuerza del lugar, querían meterme presa y quitarme la custodia de mis hijos. Luego me enteré que el inmueble estaba destinado como casa de visita del Partido Municipal.”

“Al menos si me concedieran apoyo con los materiales podría reparar el cuarto y mejorar las condiciones de vida de mis hijos, en especial del que presenta problemas de salud. Los dirigentes de este pueblo no quieren reconocer cuanto sufre este inocente, no tienen conciencia humanitaria.”

Casos como este estremecen de dolor a todo aquel que lleve el corazón bien puesto en el pecho, por desgracia muchos de los que podrían poner fin a estas situaciones, carecen de sentimientos y otras cualidades humanas para tener piedad por una criatura enferma.


 

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