Martes , 27 Junio 2017

Subsidios para reconstruir viviendas: otra de las tantas desidias del comunismo

La vivienda es una de las grandes necesidades sociales que enfrenta la población cubana a través de todos los tiempos.

El régimen entronizado en el poder por más de medio siglo, jamás se preocupó por garantizar viviendas decorosas para el pueblo.

En el año 2012  algún “revolucionario sacrificado” de los que abundan en la cúpula gobernante se le ocurrió el ardid de los subsidios para reconstruir viviendas a familias vulnerables y necesitadas, otra de las tantas falacias del sistema que transcurrido un quinquenio de su aprobación, se convierte en un fenómeno capaz de crear en la ciudadanía un clima de mayor desconfianza e incertidumbre hacia las instituciones estatales.

La cienfueguera Wilda Castellón Loza, vecina de la calle Paseo Martí, No. 13, e/ Cienfuegos y Candelaria, en Cumanayagua nos cuenta que en 1996 su vivienda fue afectada por el ciclón Lili, provocando un derrumbe parcial de paredes y techo que no llegó a derrumbe total gracias a la fuerza del apuntalamiento. Dieciséis años después del desastre, el 29 de Octubre del 2012, le fue entregada la licencia de construcción y fue entonces cuando solicitó un subsidio que fue denegado por el Consejo de la Administración Municipal 15 meses después.

La propia Wilma nos explica su precaria situación: “Mi núcleo familiar está compuesto por mi nieta Laura, que es una  niña epiléptica producto de atrofia cerebral de nacimiento, mi hijo también enfermo sufre de espondilitis anquilopoyética, y yo soy impedida física; como puede apreciar me falta una pierna. Es lógico que poseemos un bajo ingreso monetario, 200 pesos por mi retiro, equivalente a 8 dólares, y 370 del salario de mi hijo, unos 14 dólares mensuales. Siempre imaginé que la medida del subsidio estaba encaminada a favorecer a los pobres, pero por lo visto no existe sensibilidad humanitaria por parte de las autoridades. Es bueno que el mundo conozca que el Presidente del Consejo de la Administración que me negó el Subsidio es un corrupto y un oportunista, ese tiene una mansión en Cienfuegos donde reside la familia, y otro enorme palacete que fabricó aquí en Cumanayagua para su concubina. ¡Así cualquiera es revolucionario…! Por eso el pueblo se siente defraudado; no hay justicia, ni decoro, todo es engaño y un sálvese el que pueda, a los pobres que los parta un rayo.”
Concluyó la anciana decepcionada.


 

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