La llamada “actualización” del modelo económico cubano puede haber beneficiado a algunas personas y en especial al gobierno; sin embargo la población en su gran mayoría enfrenta mayores dificultades a medida que sus beneficios sociales se reducen.
La desproporción grande y creciente de la población en la tercera edad en Cuba, figura entre los sectores que no se han beneficiado del proceso de reforma institucional iniciado en 2008 para fortalecer la débil economía socialista de la isla.
De hecho son miles los desamparados por la Seguridad Social, ya que las nuevas medidas mantienen restricciones para otorgar subsidios a las personas necesitadas, aquí es donde surge la mendicidad y el trabajo ilegal irradiando la profunda pobreza que existe en la isla. Y es que hasta las personas jubiladas enfrentan serios desafíos económicos con sus pensiones promedio equivalentes a 11 dolares al mes, y los crecientes costos de los alimentos y servicios.
La eliminación de muchos renglones de la libreta de racionamiento, mediante la cual durante medio siglo adquirían alimentos y otros artículos de primera necesidad a precios subsidiados, ha creado un enorme problema para los mayores con ingresos fijos; a ello se suma los planes del gobierno para poner fin a los subsidios de los comedores, limitar las contribuciones y el presupuesto para el sistema de Salud Pública y en la misma medida los precios de los alimentos que continúan disparándose de forma alarmante. Artículos básicos de aseo y limpieza como jabón y detergente, ropa, zapatos y reparaciones de equipos, transporte, hacen imposible la vida cotidiana del cubano, y crea incertidumbre con respecto hasta cuando podrán aguantar tratando de sobrevivir.
A todas estas presiones económicas hay que adicionarle el sistema de doble moneda en medio de una economía que cada vez demanda más ingresos; lo más triste de esta historia es que este desastre económico que esta afectando a millones de cubanos, y que parece no acabar nunca; sumado a la profunda crisis de valores que padecemos desde hace décadas, hace que víctimas y victimarios vivamos intercambiando roles y que la palabra CULPABLE haya perdido el singular.
Por lo pronto el Socialismo anda barranca abajo y sin freno…, y la economía echa pedazos, navegando en un mar de inmensa corrupción que emana desde la cúspide gubernamental.
La gran mayoría de las personas de la tercera edad dependen del apoyo de la familia, trabajos informales o ayuda financiera enviada por familiares en el exterior; pero muchos cubanos no tienen a nadie que les ayude desde fuera del país.
Los tiempos son de ¡Sálvese quién que pueda!
La Patria de Martí y su pueblo vamos rumbo a la autodestrucción, el futuro es cada día mas incierto y turbulento.