Más de un centenar de reclusos, en su mayoría jóvenes, han intentado quitarse la vida en lo que va de año en la Prisión Kilo-8 Régimen Especial Nacional, más conocida por “Se me perdió la llave.”
Declaraciones del Prisionero Político Humberto Eladio Real Suárez, confinado en el citado antro por más de 20 años, apuntan a mecanismos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes.
“La tendencia al suicidio está presente en cada uno de los sancionados; la mayoría jóvenes condenados a cadena perpetua y confinados en aislamiento en solitario por muchos años; sin derecho a ningún tipo de elemento de estímulo ni contacto humano; encerrados como fieras en celdas de 2.50 metros de largo x 1.30 metros de ancho las 24 horas del día; visitas familiares cada tres y seis meses, de acuerdo a la fase
en que se encuentren, una hora de sol también en aislamiento, pésima alimentación, deficiente asistencia médica y estomatológica… El régimen es un cementerio de hombres vivos y por el más mínimo detalle; cantar por ejemplo, hablar con el compañero de la celda continua, es suficiente para una descomunal golpiza o que te envíen al Castigo, donde la tortura es mayor. El pasado año 2014, en esta Prisión se suicidaron ocho reos; este año ya son cinco los que se han quitado la vida o han muerto en circunstancias extrañas, todo ello sin cuantificar los que diariamente se auto-agreden o intentan ahorcarse; lo más doloroso de todo esto es que las autoridades penitenciarias ven el suicidio como algo normal y hasta estimulan o conllevan a los presos a quitarse la vida como solución de sus penurias. Para los guardias el suicidio es el mejor camino a escoger tras estos muros que, lejos de construir y educar, destruyen y matan hasta la más mínima ilusión por la vida.”
Así concluye el digno y decoroso luchador su exposición, aprovechando para hacer un llamado de apoyo en este sentido a la Comunidad Internacional y organismos de control y defensa en materia de DDHH. “Los presos, sea cual sea el delito cometido, son seres humanos y como tal deben ser tratados y respetados sus derechos, especialmente el derecho a la vida.”
Nota. Los prisioneros políticos envían un mensaje de felicitación por el día de los padres a todos los hermanos y compatriotas en el exilio.