Martes , 27 Junio 2017

Resulta repulsivo escuchar su confesión…

Resulta repulsivo escuchar su confesión, mucho más cuando enaltece su actuar criminal. Él es el máximo representante de un gobierno que con desmesurada crueldad reconoce públicamente que en el Estado bajo su mando se violan los derechos humanos, y lo justifica alegando: “¿En qué país del mundo no se violan los derechos humanos?”.

Las declaraciones de Raúl Castro (le niego el título de “presidente” porque a este bárbaro nadie lo eligió) en conferencia de prensa tras la visita del presidente Obama a la isla, aún están vivas en el sentir de los cubanos y en especial de los que sufren condena tras los muros de las prisiones cubanas u otros que a diario sufren acoso, enfrentan arrestos arbitrarios de forma violenta o son torturados y golpeados en los cuarteles de la policía, por el simple hecho de pensar diferente o expresar libremente sus ideas.

Tomo como base de mis argumentos un informe reciente expedido por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos con sede en Madrid donde se destaca la alarmante cifra de 6094 detenciones arbitrarias en lo que va de año, la primera quincena del mes en curso reporta 249 detenidos y de ellos 190 pertenecen a mujeres, de las cuales 19 de estas féminas fueron golpeadas y lesionadas por los uniformados. Cabe preguntarse ¿en que otro país del mundo dónde su gobierno dice respetar los Derechos Humanos, se denotan tan altos niveles de detenciones en especial a mujeres indefensas y que a ellas precisamente se le apliquen métodos de violencia y tortura? Históricamente utilizar la violencia contra mujeres es cuestionada y sancionada legalmente en el mundo, sin embargo, en Cuba el liderazgo comunista da rienda suelta a su cobarde aparato represivo para maltratarlas.

En el interior de las Prisiones: “Seis de cada diez prisioneros enfrentan maltratos diariamente, la violencia policial cobra muertes cada año”. En este mes de Junio, según un informe del Prisionero Político Humberto Eladio Real Suarez confinado en la Prisión Kilo-8: “Resultó asesinado por los militares el recluso Ardenis Conde Iznaga, de 36 años de edad, quien padecía de trastornos mentales congénitos y lo mantenían en celda de aislamiento, sin contacto humano y sin ningún elemento de estímulo, ¡no es un caso aislado!, argumenta la fuente.

“Este es el segundo que fallece en circunstancias extrañas este año, en mis 22 años de encierro, solamente en esta Prisión, hay un récord de medio centenar de asesinados por los guardias y todos estos crímenes permanecen impunes, el gobierno los autoriza a matar y gozan de impunidad judicial”.

Muy cerca a unos 800 metros de la citada Prisión, se erige otro antro carcelario y dentro del mismo funciona un supuesto hospital para reclusos pacientes de Sida, conocido como “Sidatorio Kilo -9”; desde este centro de salud recibimos el reporte del enfermo Yordanis Tamayo Aldana y de su compañero de celda Israel Matos Martínez. Ambos coinciden en los: “Altos índices de violencia militar, golpizas y tortura física y psicológica sistemática que incide en el estado psíquico de los enfermos y que los conlleva al suicidio y las auto lesiones, destacando tres casos que supuestamente se quitaron la vida este año y un fallecido en circunstancias extrañas que apareció muerto en una celda de castigo con golpes en la cabeza”.

Asimismo, refieren sobre ” La creciente actitud homofóbica de los carceleros liderados por el Mayor Julio Bienemen Suarez, actual director de la unidad hospitalaria de penados y enfatizan en su denuncia los altos niveles de desnutrición que enfrentan producto a la pésima y limitada alimentación que les suministran y la carencia de medicamentos entre otras vicisitudes, como la violación de los tratamientos orientados por los especialistas.

“Esto no es un hospital, más bien funciona como centro de exterminio masivo donde se lacera nuestra dignidad y somos constantemente discriminados, maltratados y despojados de nuestros derechos, en especial del derecho a la vida que es el más elemental de todos los derechos de un ser humano, para las autoridades somos bestias enfermas, ¿dónde está la justicia social y la igualdad de la que tanto se vanaglorian cuando nos exponen a merced de torturadores y asesinos sin escrúpulos?”. Concluyeron algunos de los afectados que pudieron establecer comunicación telefónica desde ese laberinto de tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Mientras sigue creciendo el dolor de los que sufren, la tiranía Castrista continúa ganando seguidores, son muchos los líderes mundiales y organismos internacionales que estrechan la garra ensangrentada de este régimen con un extenso historial de crímenes.


 

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