En la prisión de Quivicán, provincia de Mayabeque, el preso político Osvaldo Rodríguez Acosta que fue conducido de nuevo a una celda de castigo el pasado 25 de diciembre, por el solo hecho de manifestar que la comida estaba en mal estado, se encuentra en huelga de hambre.
El pasado día 26 estaban facilitando a los familiares una visita de 15 minutos a Juana Castillo, la esposa de Osvaldo, que se encontraba con su hijo menor, Cristian, desde las 9 de la mañana, y le dieron la visita después de las seis de la tarde, luego de que ella protestara cuando le informaron que su hijo Osvaldito no tenía visita por orden de la policía de la Seguridad del Estado.
Días antes, el 16 de diciembre, la visita conyugal, que estaba programada para la una de la tarde, le fue dada a las cuatro de la tarde, por orden del funcionario Gabriel. Por este motivo y el anterior dicho, la fuente tuvo que irse caminado en horas de la noche.
Las autoridades no permiten que les lleven colchas al padre y al hijo para cubrirse del frio. A los demás presos les suministraron unas colchas viejas con chinches, sucias, manchadas de sangre, con mal olor, pero a ellos no.
Se encuentra en la prisión Kilo 5 y medio, provincia de Pinar del Rio, el preso político David Piloto Barceló, quien fue trasladado el pasado 16 de diciembre, desde la prisión de la 1580.
Informó el preso político que las condiciones de vida en dicha prisión son incalificables. El agua potable no la suministran a diario, cuando la ponen, tiene olor a podrido, y es de color carmelita. La dieta que le corresponde por su enfermedad le es denegada por el jefe de la prisión, y el jefe de Cárceles y Prisiones de la provincia.
Según Piloto, su hermana, cuando se dirigió a la prisión, para la visita familiar, llegó a las 8 de la mañana y la visita se la otorgaron después de la una de la tarde.
El preso político David Piloto Barceló está enfermo de tuberculosis crónica. Su enfermedad se agravó en la prisión 1580, luego de permanecer en varias ocasiones en celdas de castigos por más dos meses.