Entre los muchos problemas sociales que aquejan al pueblo cubano, la falta de vivienda es quizás el más agobiante y también el de mayores repercusiones.
De acuerdo con declaraciones recientes de la presidenta del instituto nacional de la vivienda, Oris Silvia Fernández “para solucionar el problema habitacional del país se precisa construir unas 70 mil viviendas por año; algo que a estas alturas resulta en extremo complicado, producto a los problemas económicos que enfrenta el país, justificado por la crisis económica internacional y los efectos del bloqueo estadounidense”.
La dirigente reconoció con franqueza, que en este tema la situación es difícil nacionalmente y el mayor déficit está centrado en la habana, la capital, con unos dos millones de habitantes y donde de acuerdo a las cifras oficiales se encuentran albergadas 5461 familias en albergues colectivos, diseñado para estancias temporales.
“para solucionar el problema de los albergados se necesita 28 000 nuevas casas, cifra imposible de alcanzar en estos momentos” argumentó la funcionaria ante las cámaras de televisión de un canal oficialista.
Entre los datos divulgados se precisó, la construcción de unas 16000 viviendas al año por parte del estado y unas 8000 se construyen por cuenta propia, mediante el autorizo de obtener créditos bancarios para estos fines; de acuerdo al censo llevado a cabo en el año 2012, el país cuenta con más de tres millones de viviendas y el 61% de ellas presenta un estado regular o deficiente; por lo que el gobierno permite ahora recibir crédito al que lo necesite y tengan un empleo que avale el pago de dicho adeudo, para reparar sus casas; crédito que en la opinión de la población resultan muy bajos.
Además de haberse liberado, la compra-venta de casas, algo que estuvo prohibido rigurosamente por medio siglo y que hoy es “otra solución” para el tema habitacional; aún cuando existe el inconveniente de que la población no tenga el poder adquisitivo necesario para alcanzar los astronómicos precios que sus dueños piden, lo cual limita el numero de compradores.
Por lo pronto el déficit habitacional del país continuará siendo un problema sin resolver, para el cubano de a pie; por supuesto lo que no se dice, ni se reconoce nunca en estos programas televisivos, mucho menos en las asambleas populares; como dirigentes partidistas, altos funcionarios del gobierno y militares de la oligarquía socialista, no sufren las penurias de pernotar en albergues colectivos temporales, tampoco viven hacinados, ni expuestos a peligro de derrumbe o marginalidad en los barrios improvisados conocidos como “llega y pon”, mucho menos sufren de desalojos.
El tema nos toca muy de cerca, yo tampoco tengo donde vivir, ni esperanza de poder contar con una vivienda decorosa; así que por lo visto y escuchado, hay que seguir parodiando el popular ritmo de salsa. “No hay casa pa`tanta gente”, aún cuando estoy convencido, que el problema no es la mucha gente, sino las pocas viviendas, dado por la desvergüenza, el cinismo y el doble rasero del régimen dictatorial entronizado en el poder; al que poco le importan las necesidades y miserias de los humildes pobladores de esta isla.