Martes , 27 Junio 2017

Las reformas raulistas

No cabe duda que nos encontramos en un momento especialmente importante en lo que se refiere a las expectativas abiertas en la economía cubana; algo que hasta ahora no refleja un indicador objetivo que nos permita concluir que las condiciones de vida de los cubanos mejoran como consecuencia de una acertada apuesta de política económica; y lo que es peor aún; no parece que se vayan a producir esas mejoras en el horizonte del medio plazo, por lo que cabe suponer que la situación en la isla cada vez puede ir a peor…

Bueno aunque parezca increíble; por ahí andan muchos que dicen estar convencidos que el camino al cambio democrático ya se está abriendo; basados es la voluntad reformista de Raúl Castro; más bien parece que los resortes de la propaganda castrista se están encargando de mostrar una vez más lo que no existe en la realidad, y que los hechos se encargan de refutar.

Esos que creen en cuentos de hadas; incluso siendo adultos como la izquierda hipócrita y liberticida quien piensa que las reformas son suficientes y que los cubanos se sentirán felices con estos “cambios” considerando que los cubanos seguimos pensando con el estómago y que las expectativas y anhelos del pueblo se pueden resolver con unas libras más de frijol y boniato; están en un grave error esos que piensan que la sociedad cubana podría dejar atrás; la situación comatosa en que se encuentra la economía de la isla; aplazando, como ha venido sucediendo durante más de cinco décadas las libertades políticas y sociales; están equivocados.

Resulta que en el caso de los gobiernos de izquierda existe un grave problema ideológico; después de la caída del muro de Berlín; solo les quedó Cuba como residuo nostálgico de su inmadura utopía y no se resignan a perderla del todo.

A manera de recordatorio es bueno retroceder en el tiempo y retomar algunos ejemplos: en la España de Franco; no había hambre, los españoles podían tener empresas; podían entrar y salir del país, el país progresaba; solo estaban limitadas las libertades políticas; pero los luchadores españoles no se conformaron; querían libertad y democracia; hasta la Europa democrática en aquel entonces no aceptaba la dictadura y mantenía la presión sobre la misma…

Socialistas, comunistas y republicanos españoles se oponían a vivir bajo la dictadura con todo derecho y hacían público su rechazo a que el régimen de Franco recibiera cualquier ayuda o apoyo.

Otro ejemplo: Chile, donde Pinochet llevó a cabo las más audaces reformas económicas de América latina hasta llegar a conseguir poner a Chile a la cabeza del desarrollo en la región; pero para los chilenos y para la izquierda mundial era inaceptable la presencia de la dictadura.

Cabe preguntarse entonces:  ¿Por qué piensan igual en el caso de Cuba? ¿Por qué ha de ser diferente en el caso cubano?

Lo cierto es que aquí no cambia nada y las reformas raulistas siguen atrayendo mayor descontento dentro de la población; en la opinión popular el transporte está en una absoluta crisis, el problema de la alimentación sigue siendo gravísimo, incluso los precios se han disparado con esto de la oferta y la demanda; mientras los salarios no sobrepasan los 13 dólares de promedio al mes; la tasa de desempleo sigue aumentando y los llamados trabajadores por cuenta propia se sienten frustrados ante la carga de impuestos y prohibiciones absurdas; otro de los principales problemas sociales más graves que existe en el país es la desesperanza; sobre todo de la juventud; para la mayoría de los jóvenes la única opción interesante es abandonar el país. Entre los muchos problemas sociales que aquejan al pueblo cubano, la falta de viviendas es, quizás, el menos agobiante y también el de mayores repercusiones; Cuba tiene hoy uno de los índices de crecimiento democrático más bajos del mundo; las familias cubanas no quieren tener hijos entre otras razones porque no tienen un techo donde vivir.

Las nueve décimas partes de la población viven en la pobreza; agravada por las carencias de una sociedad mal abastecida; para sobrevivir los cubanos violan las leyes día tras día ante las venturas y desventuras de una corrupción rampante entre los funcionarios gubernamentales. La corrupción y la injusticia están al orden del día; se suma a todo esto los extremos mecanismos de represión de la policía, los órganos de inteligencia y los cuerpos de vigilancia  paramilitares…

Hoy los cubanos sobreviven más consientes que nunca del fracaso del sistema económico, político y social en la isla; las “reformas raulistas” no son más que la continuidad de la pesadilla de un régimen dictatorial que desde sus inicios se destacó por su crueldad; la imagen de Raúl como “reformador” es orto ardid del Castro-comunismo, y por cierto nada nuevo…

La experiencia de medio siglo de dictadura totalitaria hace que el pueblo ya no confíe en reformas; la época de dormir al pueblo con cuentos y mentiras quedó atrás, los cubanos están abriendo los ojos y dando muestras inequívocas de su disconformidad; los tiempos que una minoría satisfecha que disfruta y domina al régimen político junto a una mayoría descontenta que como ovejas al matadero aguanta los mandatos de la primera; están llegando a su fin.

Todo aquel que desee comprender la realidad de Cuba, deberían comenzar por  comprender que los cubanos lograron construir una nación relativamente exitosa hasta que Castro la destruyó, cuanto antes reconozca el mundo el terrible costo de la revolución de Castro, mayor será la determinación de ayudar a los cubanos a recuperarse de la cruel y devastadora pesadilla dictatorial; así que a todos aquellos que albergan las esperanzas de seguir lucrando con las reformitas raulista no es de ocasión que las cosas le salgan tan bien. Pues los cubanos están pensando en grande y a poco el cambio del régimen ya viene llegando.

Habana –Cuba 4 de septiembre 2013


 

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