Damasó Antonio Fernández Camales, miembro del Movimiento Cristiano Liberación, reside en San Andrés, provincia de Holguín, dijo por vía telefónica que el jueves 19 de septiembre el picadillo de soya que se le vendió a la población estaba podrido, apestoso y con gusanos.
Un consumidor, que al llegar a su casa descubrió que el picadillo tenía gusanos y estaba fermentado, fue a quejarse a la casilla donde se estaba vendiendo. Mary Torres, de Comercio, Emma Pérez, dependiente, el director Sánchez, y una consumidora, le contestaron que el picadillo estaba bueno, que “eso era una bola de los contrarrevolucionarios de la esquina”, refiriéndose a la vivienda de Fernández Camales, al que, según dijeron, “había que caerles a palos”.
La venta del picadillo fue suspendida al día siguiente.
