El preso político Elías Pérez Bocourt y Lemay Díaz Pantaleón dieron a conocer la golpiza propinada al preso Reinaldo Acosta Cruz, por el ayudante de oficial de guardia Máximo, Diordis Pérez Ramírez primer jefe de tratamiento reeducativo, el capitán Abel Martínez Fuente, y el primer teniente Javier Frometa Tamayo jefe de orden interior, pertenecientes al edificio dos de la prisión del Combinado del Este.
El preso Acosta Cruz, reclamaba su visita familiar que le tocaba por el régimen, los anteriores lo llevaron para la celda de castigo, lo emprendieron a tonfazos, ¨le daban tantos golpes y le lanzaron tanto espray de pimienta que los presos que estaban en el patio en el horario de soleador estornudaban ¨. Afirmaron las fuentes.
¨Máximo es el responsable de la muerte de un preso al que le propinó un batazo. Por comentario de presos, cualquier persona corre peligro con él. Es de lo que anda por los pasillos con el bate de beisbol amenazando a los presos. Es un corrupto, que en todos los turnos de su guardia le roba los alimentos y las pertenecías a los presos, al igual que Javier.
Por otra parte, el capitán Abel Martínez está acusado de intento de violación de una de sus compañeras de trabajo, se encuentra esperando juicio, otro corrupto que se queda con el aseo personal de los presos, para negociarlos¨.
El jefe de orden interior Yuderkis, se conoce por los presos como otro sanguinario de igual calaña, fue sacado del mencionado edificio hace más de un año para el área la incrementada del 47. También, participó en la golpiza.
La indisciplina de los militares comenzó, en los días 29,30 y 31, cuando varios reeducadores de los tres edificios le quitaron la vista familiar a un centenar de presos para revenderlas a los presos con posibilidades económicas, entre 15 y 20 pesos moneda convertible. Para justificar sus fechorías dijeron que tenían extravasadas las tarjetas de visita familiar.
La corrupción de los mencionados, son bien conocidas por la Dirección de Cárceles y Prisiones y por los militares de mayor rango de la prisión.