El trabajo por cuenta propia es una de las soluciones puestas en vigor por el gobierno cubano, para palear los elevados índices de desempleo que atraviesa el país.
Según datos oficiales, el sector privado supera el 26% de la masa de trabajadores a nivel nacional.
Luis Francisco Abascal Villalón, vecino de Calle Rubén Nogueras, 72, en Bayamo, Provincia Granma, refiere sus vivencias ante el irrespeto de sus derechos, y el desamparo del que es víctima por parte del gobierno.
“Trabajé más de 40 años en el sector estatal, y en el año 2012 quedé desempleado. Me incorporé al sector privado como reparador de equipos eléctricos, cumpliendo disciplinadamente con el pago de las contribuciones a la seguridad social que exige el gobierno.
Desgraciadamente sufrí un infarto cerebral, el pasado 23 de Junio, quedando incapacitado para ejercer mi labor. Presenté el certificado médico en el Órgano de trabajo de mi localidad, y me retiraron el carnet que me acredita como Trabajador por Cuenta Propia. Me remitieron a la ONAT, donde me retiran el resto de los documentos, y me mandan para la casa sin derecho a ningún respaldo económico. Según me explicaron, los cuentapropistas no tenemos derecho a recibir apoyo social, tampoco somos reconocidos por el Sindicato de Trabajadores de Cuba, u otra organización que defienda nuestros derechos.
Exigen el pago del impuesto tributario, pero no tenemos derechos, y después de brindarle los mejores años de mi vida, ahora me dejan desamparado. Es una injusticia más en estos 50 años de experimentos para explotar y esclavizar al pueblo.” Concluyó.