En los días finales de julio los consumidores de los productos normados por la libreta de racionamiento en la oriental provincia de Granma, en el municipio de Manzanillo, se vieron afectados por la pésima calidad del pan y el desagradable sabor olorizado a cucaracha que presentaba este producto, provocando el rechazo y las protestas de los usuarios.
La Unidad Básica de la Empresa Municipal de Pan y Dulce se vio precisada a dar respuesta a las quejas y alegó se debía a una harina que fue traída urgentemente a Manzanillo, de la vecina provincia de Santiago de Cuba; y al efectuarse la producción del pan se percataron que era una harina tratada, que confería esas características al alimento.
La salomónica solución fue mezclarla al 50% con otra harina, para así atenuar el mal olor y el pésimo sabor. La población está cansada de recibir estas inoperantes soluciones a los problemas que ofrece la ineficiente maquinaria productiva estatal que dirige la economía país.
Manzanillo, 9 de agosto de 2014.