En la avenida Camilo Cienfuegos, en el barrio El Dagamal, en la parte alta de Manzanillo, Granma, hay una planta –de las llamadas “pico”- que suministra electricidad al pueblo. Sin embargo, allí mismo a apenas 30 metros del poste matriz del tendido eléctrico, están ubicadas tres viviendas que hace varios años no reciben este servicio.
En una de ellas, vive Juan David Vargas López, con sus hijos mellizos de 4 años de edad nombrados: David Leandro y Leandro David, con padecimientos de asma bronquial y están imposibilitados de utilizar equipos electrodomésticos, tales como un ventilador tan necesario para ellos.
En otra vivienda radica Susana Jardines Games madre de tres niños: Luis Yosdel de 4 años de edad, con padecimiento de epilepsia; Keilan de tres años, asmático; y Cheilan con solo 9 meses. Y en la última casa reside Yadira Rosabal Romero con dos hijos: Yadira y Luis de 14 y 3 años de edad respectivamente. Todos padecen de la misma crítica situación.
Hay que señalar que existe otro poste eléctrico que suministra servicio a varias casas y a un taller del Ministerio del Interior a solo tres metros de las viviendas afectadas; la explicación que reciben estas persona por parte de la Empresa Eléctrica, es que no pueden acceder a brindarles el servicio por considerarles ilegales por dificultades con sus títulos de propiedades.
Mientras tanto, en el país de la justicia social, del pueblo y para el pueblo, niños enfermos y personas adultas sufren penurias sin una posible solución a su problemática por parte de las entidades estatales.
Manzanillo, 9 de agosto de 2014.
