Martes , 27 Junio 2017

UNPACU condena crecientes ataques del régimen castrista contra la libertad religiosa

La Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, condena las recientes confiscaciones y demoliciones de templos y otros locales de Iglesias Evangélicas. También condenamos leyes, reglas, comportamientos y otras acciones que continúan atentando contra la libertad religiosa en Cuba.

Ayer 8 de enero de 2016 fueron demolidos dos locales de Iglesias pertenecientes a la Nueva Reforma Apostólica, NRA, uno en Camagüey, del “Mover Apostólico Fuego y Dinámica”, dirigido por el Apóstol Bernardo de Quesada Salomón y otro en Las Tunas, del Dr. Juan Carlos Núñez. De Quesada y otros fieles estuvieron detenidos durante casi todo el día.

En Camagüey el régimen mantiene movilizadas fuerzas represivas, listas para intervenir contra cualquier manifestación de fieles indignados por el bárbaro proceder de las autoridades castristas.
Hoy hemos recibido información sobre las amenazas de demolición de locales pertenecientes a la NRA en San José de las Lajas, provincia Mayabeque. Los Apóstoles Mario Álvarez y Antonio Ortiz, y sus fieles, esperan la posible intervención y derribo de los espacios, que con mucho esfuerzo, han construido para reunirse y profesar su fe.

El Apóstol Bernardo de Quesada compartió con quien suscribe, que a la “Asamblea de Dios”, Iglesia Pentecostal, las autoridades le han notificado la confiscación de 60 inmuebles por todo el país. Hace aproximadamente dos meses, en Santiago de Cuba, derribaron una construcción de esta denominación cristiana. Debido a la firmeza de centenares de devotos otros locales no fueron demolidos por esos días, pero las amenazas no han cesado y con lo ocurrido en Camagüey y Las Tunas, muchos temen que les ataquen en cualquier momento.

El artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reza:

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Contra toda lógica, un año después del histórico anuncio del 17 de diciembre sobre el proceso de normalización de relaciones entre los gobiernos de EEUU y Cuba, y cuando muchos creen que el régimen unipartidista de los Castro está dispuesto a dar pasos positivos en materia de derechos humanos, en la práctica ocurre todo lo contrario: se incrementan las violaciones al artículo 18 de la Declaración Universal y a otros que contemplan derechos y libertades fundamentales de las personas.


 

Scroll To Top