El policlínico #1 Francisca Rivero Arocha, en Manzanillo, Granma, en pleno centro de la ciudad está cayéndose a pedazos, no solo desde el punto de vista estructural, pero también por los servicios y no tiene la atención de las autoridades competentes..
El ministro de Salud Pública, Dr. Roberto Morales Ojeda, proclamó que la asistencia médica está garantizada, pero hay consultas sin realizar y especialidades médicas sin cubrir, que generan pacientes sin atender y maltratos a la población.
Otro aspecto es la falta de reactivos, papel para electrocardiogramas, películas para radiografías que a pesar de un método clínico acertado contribuyen a errores en los diagnósticos médicos pues siempre es necesario y seguro fundamentarlos con los llamados estudios complementarios. No hay jeringuillas en los consultorios del médico de familia y los pacientes, a pesar de su no existencia en la red farmacéutica, deben de ingeniársela en el mercado subterráneo para obtenerlas y así poder cumplir el tratamiento médico indicado.
No existe una garantía en el transporte sanitario de urgencias, pues hay un enorme déficit de ambulancias que propicia desenlaces fatales para muchos pacientes.
Cuba envía a países de América Latina, el Caribe, y África gran cantidad de médicos y recursos materiales, pero el lado oscuro y sombrío se encuentra en nuestro país donde hay hospitales, policlínicos y consultorios médicos en gran deterioro constructivo y con un mal servicio por falta de recursos materiales, humanos y de presupuesto.
Granma, 25 de marzo de 2014