En una comarca en el corazón de la sierra maestra ubicada al sur de la isla en los predios de la región oriental conocida como LIMONCITO hace 96 años nació el ex – combatiente del ejército rebelde Adolfo Tan Rodríguez integrante de la columna comandada por Camilo Cienfuegos.
No tuviera nada de trascendental en el reportaje de este ex – guerrillero que se enfrento al régimen de batista, que resulto varias veces herido en combate y entro a La Habana junto al comandante Camilo a los inicios del 1959 de no ser por su arrepentimiento y el cargo de conciencia que un día se llevará a la tuba por haber contribuido a la implantación de una dictadura comunista en la tierra que lo vio nacer.
Según cuenta el ex –combatiente, Tan Rodríguez a fines de 1956 él y muchos de los pobladores de limoncito rescataron de la muerte a los sobrevivientes expedicionarios del Granma, logrando reunir unos 21 guerrilleros ya que el resto había muerto en combate o hechos prisioneros cuando fueron cercados el 5 de diciembre en el combate de Alegrías de Pío. Asimismo aseguró que ellos acogieron en sus pobres bohíos a los enfermos y desfallecidos y organizaron el traslado de los heridos a las ciudades y trajeron medicinas para curar sus heridas, incluso se ocuparon de esconder a sus máximos dirigentes en parajes inhóspitos para asegurar sus vidas durante toda la contienda.
Muchos se incorporaron a la guerrilla, no pocos encontraron la muerte; otras familias tuvieron que emigrar a otras comarcas para sobrevivir la cacería del Batistato. Sus bohíos fueron pasto de las llamas, ejecutado por el ejército por apoyar a los barbudos comandados por Fidel Castro.
Adolfo Tan Rodríguez relata que fue herido en combate, incluso por salvar la vida de Fidel perdió la vida de su hijo en el combate del Uvero. Añade también que: Después que Raúl Castro sustituyo a Camilo como J” de las fuerzas armadas, fue despojado de su cargo en el cuartel Columbia, le afeitaron la barba y la melena y lo enviaron a la isla de pinos como encargado de una cría de cerdos.
Luego de la desaparición de Camilo fue licenciado del ejército y regresó al oriente del país jamás recibió medallas ni condecoraciones traicionado y olvidado vivió durante años en su terruño de LIMONCITO en el año 2000 un ciclón arrasó con su bohío y gracias a sus 2 hijos se vino al Camagüey donde con medios propios fabricó un rancho en las inmediaciones de la circunvalación norte; desde entonces carece de servicio eléctrico, no cuenta con agua potable y nunca pudo echar el piso, pues su jubilación es tan humilde como el apellido que ostenta.
Hoy con 96 años cumplidos espera la muerte con la conciencia tranquila y frente erguida apenas percibe la luz pues por la avanzada edad está perdiendo la vista sentado en un sillón se balancea y balbucea entrecortadamente:
“Vivo orgulloso de haber peleado junto a Camilo, ese era un verdadero líder del pueblo: los hombres de su columna resultamos traicionados y olvidados por Fidel y Raúl. Siento una paz inmensa; yo si luche por la libertad de la patria. Aun me siento un soldado realizado; nunca traicione mis principios. Fidel nos engañó. El muy cabrón era comunista; gracias a dios no le debo nada a ese demonio.”