“Torturar personas enfermas es obra de criminales sin ningún tipo de escrúpulos ni sentimientos humanos”, destacó con indignación el Prisionero Político Armando Sosa Fortuny, haciendo referencia a reclusos contagiados con el virus del SIDA encarcelados en un área de la Prisión Kilo-9, donde se encuentra confinado. Según dio a conocer, se les aplican tratos crueles, inhumanos y degradantes.
“Están aplicándoles métodos de tortura física y psicológica al imponerles aislamiento en solitario, sin contacto humano y sin ningún elemento de estimulo. En estos momentos hay un total de 57 Pacientes en esta situación, la mayoría jóvenes; muchos de ellos llevan más de un año bajo este régimen, a merced de brutales golpizas y expuestos a crueldades como suspensión del agua potable, alimentos y medicamentos, así como menoscabar su dignidad al someterlos desnudos, esposados de manos y pies en forma de cruz, colgados a un metro del piso por más de 24 horas. Otra de las salvajes torturas consiste en sumergirlos de cabeza en tanques de agua o introducir perros en el interior de las celdas como método de terror; no es por gusto que estos enfermos solo piensan en auto-agredirse o tratan de quitarse la vida constantemente.”
“La violencia extrema, sumada a la enfermedad que enfrentan, les hace perder la ilusión de seguir viviendo. En este año han tratado de suicidarse 32 de estos reclusos, y hay que lamentar la muerte de un joven de 19 años que logró quitarse la vida ahorcándose. A todo esto hay que añadir la pésima alimentación que les brindan y la falta de medicamentos y vitaminas, así como la carencia de condiciones de vida en los locales de encierro. Contra estos pobres infelices se están cometiendo crímenes de lesa humanidad.”
“Horrores como estos forman parte de los asuntos internos tras los que se escudan los que dicen ser campeones y ejemplo en materia de DDHH en el mundo, pero que en medio siglo no han permitido se inspeccionen sus Cientos de Cárceles, campamentos de trabajo forzado y cuarteles policiales”. concluyo el valiente defensor de los DDHH que con sus 72 años de edad y un récord de 39 de encierro, aun continúa denunciando con firmeza la barbarie ultrajante de la Dictadura que muchos han sufrido y lamentablemente olvidaron con el decursar del tiempo y alguna que otra razón…
Camaguey, 3 de Mayo.