El preso Luis Miguel Arias Cala, de 24 años de edad, fue trasladado de la prisión provincial de Holguín al Hospital Clínico Quirúrgico de la provincia el pasado 22 de mayo, con la presión arterial en más de 200/ mmHg. Fue ingresado en la sala de penados por descompensación y días después se agravó por negligencia médica, informó María del Carmen Cala madre del preso.
El día 24 del presente mes, el doctor Edilio le administró por vía intramuscular un sedante llamado cloropromacina a la fuerza, junto a los guardias que se encontraban en la sala que lo aguantaron. Este suceso fue observado por el recluso apodado el Pinto.
El medicamento lo durmió por más de seis horas. Al despertarsufrió un infarto masivo del miocardio, que lo puso en estado grave con peligro para su vida.
Fue trasladado de inmediato para la sala de terapia intensiva, del hospital, donde fue entubado.
Los médicos no le aseguran la vida.
En la visita médica que realizó la doctora Pura Adilet, manifestó que el paciente se había agravado debido a unos medicamentos que le habían encontrado en su pantalón.
La madre del paciente asegura que dichos medicamentos pudieron ser puestos por los médicos que lo estaban atendiendo ese día y que la doctora está tratando de ocultar el acto cínico provocado por el doctor y los guardias.
En la tarde del día 26, la policía política de la provincia le entregó a la abuela del muchacho la libertad por licencia extrapenal, documento que fue roto por María del Carmen ante los agentes de la policía política y le dijo que mienta su hijo estuviera en estado grave ella no lo aceptaba.
No es la primera vez que este joven es expuesto a situaciones graves por parte de los guardias y algunos médicos.
Hace varias semanas, Luis Miguel levantó una huelga de hambre de más de 80 días, con la que estaba reclamando la libertad extrapenal por las patologías que presenta, entre ellas la cardiopatía congénica que no es compatible con la prisión. Pero le fue denegada por orden de la policía política, el tribunaly la fiscalía.