Martes , 27 Junio 2017

Maltratos, herencia social

El día 9 de noviembre -a las 12 del mediodía- me dirigí a la pizzería Nápoles ubicada en las calles Merchán y Masó en Manzanillo, Granma.

Allí en la cola se encontraba Caridad Torres Hidalgo de 76 años de edad, diagnosticada con diabetes mellitus; estaba acompañada de su hija y 2 nietos de 5 y 9 años de edad respectivamente. Caridad había salido de su casa a las 8 am y se encontraba sudorosa con una crisis de hipoglucemia.

Intentamos llamar a la dependienta de nombre Beatriz, la que –a pesar del evidente estado de malestar de la clienta- se negó a pasarla; por lo que su hija trató de que entrara en la pizzería; pero con la agresividad que caracteriza la sociedad en estos momentos, la empleada empujó a la anciana y le produjo una herida en el brazo derecho y a mi comenzó a golpearme por tratar de ayudar a la mujer.

Las personas de la cola le gritaban “abusadora”, “descarada” y por tal alboroto aparecieron 2 dependientes que llevaron a Caridad hacia una mesa, la que se encontraba muy sudorosa y llorando al igual que su hija y nietos; finalmente solo pudieron consumir un refresco per cápita.

Al reclamar la presencia del administrador nos informaron que no se encontraba y ningún dependiente quiso dar su nombre, por tener órdenes del propio dirigente que no lo podían hacer.

Por último se presentó el Jefe de Almacén y nos dijo que la jefa de turno no nos podía atender, ya que -la pobrecita- estaba fregando platos porque la fregadora estaba rota.

Después que el barullo se había calmado y la señora Caridad se retiró a su casa, a las 4 pm nos tocó entrar y nos sentamos en una mesa sobre un piso encharcado de agua por mal funcionamiento de la climatización. Solo había pizzas de vegetales, con pepinillo en mal estado y que los consumidores rechazaban por su mala calidad; pero para nuestro asombro no nos quisieron atender, porque dijeron que éramos de los derechos humanos y habíamos defendido a la anciana maltratada.

Nos tuvimos que retirar, después de 4 horas de cola, sin ser atendidos ni consumir algo.

Manzanillo, 16 de noviembre de 2014.


 

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