Hace varios años que en el barrio de Nuevo Manzanillo en la calle 9A #18 se encontraba una vivienda conocida como la Casa del Deambulante cuya característica era la de atender a personas mayores -en lo fundamental enfermos de alcoholismo- que no tenían familias que se ocuparan de ellos. Algunos curados y otros sin curar, pero allí encontraban vivienda, alimentación y servicios de salud. Al paso de los años esta institución se perdió y se convirtió en la actualidad en un consultorio de atención a la población por los llamados médicos de familia.
Un grupo de los enfermos que allí radicaban fueron ingresados en el Hospital Psiquiátrico Comandante Manuel Fajardo Rivero, ubicado en la carretera de Campechuela. Otros pocos trasladados al Hogar de Ancianos “Padre Acevedo”, en las alturas de Caymari que tiene una plantilla de pacientes muy limitada. No se pudieron insertar tampoco, en las dos casas de abuelos existentes en Manzanillo, la que estaba en la calle Pedro Figueredo -es una casa muy antigua- que constantemente recibe mantenimiento por lo que tuvieron que utilizar la Casa de Nefríticos, donde vivían pacientes renales y sus familiares acompañantes, en espera de ser dializados, pero este local dejó de funcionar y ahora se estableció esta Casa de Abuelos.
En el Reparto Nuevo Manzanillo, en la calle 11 #25, está la segunda casa; ambas destinadas a personas de la tercera edad con un horario de 8:00 am hasta la 5:30 pm y brindan servicios a aquellos que tienen pocas familias y no pueden cuidarlos pues trabajan. Allí obtienen desayuno, almuerzo, comida y merienda, las dos instalaciones tienen limitadas capacidades; pero no quisieron recibir a estas personas alcohólicas, por considerarlos enfermos.
Por ultimo un grupo no tuvo suerte para ser albergado y como no tenían familia, fueron a parar a la calle como mendigos y continúan ingiriendo bebidas alcohólicas. Duermen en parques, bancos, aceras, en las terminales de ómnibus y ferrocarriles, en fin, en la vía pública y hasta realizan sus necesidades fisiológicas al aire libre.
Otra institución de salud perdida lo fue el Centro de Retinosis Pigmentaria, ubicado también en el Nuevo Manzanillo, en la calle 6ª #148 y era un lugar muy importante destinado a la atención de pacientes con enfermedades oftalmológicas. Los servicios fueron trasladados al Hospital Celia Sánchez Manduley; trayendo esto dificultades a la población para acceder a los turnos para esta especialidad.
Lo cierto es que el gobierno municipal ha dado un retroceso y no se ha humanizado con estas personas alcohólicas, obligadas a mendigar; al igual que el que existía, se pudo crear o adaptar algún local para albergarlos hasta que pudieran ser reinsertados de nuevo en la sociedad; también ha dado al traste con otras instituciones de la salud que habían sido creadas con grandes fines sociales y humanos en beneficio de la población necesitada de estas atenciones y servicios.
Manzanillo, Granma, 20 de febrero de 2017