Martes , 27 Junio 2017

Longevidad con hambre y miseria

Dora Galiano Santiesteban es vecina de la Avenida Sexta entre Primera y Segunda en el Reparto Caymarí, ubicado en el municipio de Manzanillo, provincia Granma. Ella es una mujer longeva porque ha podido vivir hasta los 92 años de edad; aunque habría que decir que su existencia no es fácil en ninguno de los sentidos.

Desde hace más de 20 años está luchando para que los muchos dirigentes que han pasado por su localidad, la ayuden a mejorar sus condiciones de vida y la consideren un caso social, a partir de lo cual le podrían ser entregado algunos objetos materiales de los que carece, tales como: un colchón para su desvencijada cama, ropa para vestirse y sobre todo una cocina donde poder cocer sus alimentos, sin el peligro con el que lo hace, ya que a pesar de su avanzada edad utiliza leña entre dos ladrillos que le sirven de soporte a sus ollas mugrientas, en ocasiones resuelve con una lata de aserrín, que se conoce con el nombre de “nono”, que se mantiene encendida todo el día.

A pesar de tener hijos, no la pueden ayudar mucho, porque atraviesan la misma miseria que sufre ella y sobre todo la falta de dinero. Para llegar a su cuarto empobrecido se abre un portón y se camina por un trecho de piedra. Lo primero que ves es una cama sucia, con unas ligas negras que sirven de bastidor, donde duermen ella y un nieto de 35 años de edad, diagnosticado con retraso mental, llamado Michel Rondón Fonseca.

El ambiente del lugar está rodeado de dos sucias ventanas y pequeños bultos de trapos viejos cargados de polvo y orina de ambos, ya que realizan sus necesidades fisiológicas donde primero encuentren porque a veces no pueden acudir a la letrina por estar distante y al aire libre; llena de cucarachas y otros insectos que le dan al entorno un olor desagradable.

También la familia ha acudido al Consejo No.13 de la Comunidad de Caimarí, para que también la puedan ayudar con materiales de construcción y poder levantarle un pequeño baño y una cocinita para ambos enfermos, pero no han encontrado ayuda a su solicitud.

Michel el nieto, a pesar de su lenguaje incoherente y su retraso mental, se gana la vida en la Terminal de Ómnibus municipal, llamando a los pasajeros y llenando las máquinas y guaguas que viajan a otros lugares; al igual lo hace con los coches de tracción animal que llegan allí y algunas personas le entregan una pequeña limosna, que no le alcanza para el sostén de él y su abuela, pero al menos es algo que tienen para comprar alimentos. Es muy conocido por los gritos que da mientras realiza este trabajo.

Por su parte, Dorita, como todos la llaman, está muy delgada por el paso de los años y las isquemias que ha sufrido, a lo que hay que añadir la falta de higiene, de medicinas y una mala alimentación.

No obstante, esta sufrida señora espera que un día alguien llegue a su cuarto y le tienda la mano a su nieto antes de que muera de una pobreza tan extrema como la que ella tiene por la falta de humanidad que caracteriza al sistema, que dice mantener una justicia social.

Habría que preguntar cuántos familiares de los dirigentes viven en estas condiciones y si la justicia social que proclaman consiste en que los hijos de Fidel Castro y de su hermano anden por el mundo en yates y jueguen golf, mientras el pueblo de Cuba se muere de hambre.

Por: Tania de la Torre Montecino

Teléfono: 23574953


 

  • Sasha Rodriguez

    Buenos Dias, de vez en cuando viajo a muchos países latinoamericanos para llevar artículos personales y ropas a personas necesitadas. ¿Tienes un programa o una organización específica con que puedo trabajar con hacer esto?

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