El joven prisionero Enmanuel Abreu Sánchez lleva 53 días en huelga de hambre. Ha perdido más de 50 kilos de peso desde su arresto, y a pesar de su estado de salud crítico las autoridades penitenciarias lo han sometido a todo tipo de tratos vejatorios, inhumanos y degradantes.
El pasado 7 de julio, Meibol Sánchez Mujica, madre del prisionero Enmanuel Abreu Sánchez (en huelga de hambre desde el pasado 13 de mayo), ofreció detalles sobre las condiciones carcelarias y el estado de salud de su hijo.
Sánchez Mujica, quien es Licenciada y Máster en Ciencias (MCs) de la Educación Superior, declaró que “Hay detalles que yo desconocía sobre el maltrato y las vejaciones que las autoridades carcelarias le han hecho soportar a mi hijo, porque él es el único que me las podía contar, y yo no había podido verlo porque no me lo permitían”.
La Máster en Ciencias explicó que “pude ver a mi hijo el viernes 26 de junio, y fue cuando supe, por su propio testimonio, que el sábado 20 de junio, vísperas del domingo, día de los padres –parece que como un regalo diabólico- lo trasladaron para la celda 47, También conocida como “El Pájaro negro o “El Corredor de la muerte”.
Durante el encuentro con su hijo, que se realizó en el hospital HNI de la Prisión Combinado del Este y en presencia de un grupo de militares, Enmanuel Abreu Sánchez –sentado en una silla de ruedas- le describió a su madre los maltratos y vejaciones por los que le hicieron pasar.
“Con la voz muy quebrada, un poco de dificultad para respirar -nos cuenta la madre de Enmanuel-, y haciendo un esfuerzo por levantar la cabeza, mi hijo me dijo: “Mami, me desnudaron delante de homosexuales, (yo no tengo nada en contra de ellos, los respeto, pero yo pienso diferente); delante de militares, y tú sabes cómo soy yo; tú sabes que esas cosas no me gustan. Me sacaron de la celda de castigo, esposado (mira, mami, las lesiones en las muñecas), en un vagón de construcción, con un cartón debajo, y al llegar a la celda 47, donde para entrar hay que bajar 3 o 4 escalones, me sacaron del vagón, cargándome con el cartón, me pusieron en el piso y me bajaron por las escaleras arrastrándome, mientras mi cabeza iba dando bandazos cada vez que bajaba un escalón; después, me agarraron por las esposas y me lanzaron contra el suelo de la celda, golpeándome la cabeza contra la pared, mientras el Mayor, conocido con el apodo de “el chino”, acompañado con otro militar más, me dijo “con todo esto yo voy a ver si tú no vas a comer”.
El jueves 25 de junio, un día antes del encuentro con su hijo, Sánchez Mujica se entrevistó con la Tte. Coronel Mercedes Luna. Durante la entrevista, la oficial quiso saber si ella (la madre) había acudido a la prensa independiente, si conocía todo lo que se estaba publicando y si estaba de acuerdo con todo lo que se había escrito.
“Yo le respondí que sí –aseguró Sánchez Mujica-, que todo lo que se había publicado está de acuerdo con mis declaraciones, porque antes de publicarse, el periodista me muestra el trabajo terminado para asegurarse que yo esté de acuerdo. Y fue entonces que la Tte. Coronel Luna me dijo que al día siguiente estuviera en la prisión combinado del Este para que viera a mi hijo”.
Entre los militares que se encontraban presente durante el encuentro que sostuvo Meibol Sánchez con su hijo, en el hospital de la prisión, estaba la Tte. Coronel Luna. Después que Enmanuel terminara de narrar a su madre los abusos y vejaciones que ha sufrido, nos cuenta Sánchez Mujica que ella se volvió hacia la Tte. Coronel Luna y le dijo: “Ves, como todo lo que salió publicado sobre las condiciones en que se encuentra mi hijo, es cierto; incluso, todo lo relacionado con el ultraje a su dignidad no se publicó porque yo no tenía esa información”.
Enmanuel Abreu ha ratificado su decisión de continuar con su huelga de hambre. Su madre refiere que la Tte. Coronel Luna le dijo a su hijo: “Bueno Enmanuel, nosotros estamos aquí, con tu mamá y tu tía para hablar sobre la posición tuya; para ver si tu de decides a salir de todo este proceso, que te incorpores nuevamente a tu condición anterior y que esperes lo que se esté haciendo para que puedas ver el resultado final”.
Pero ya Enmanuel no tiene razones para creer en las autoridades cubanas, por lo que le respondió a la oficial luna: “No, no puedo creer en las promesas de los militares. Lo que quiero es morirme. ¿Cómo voy a dejar la huelga? No. Han acabado conmigo. Lo que quiero es morirme. Yo no voy a dejar la huelga de hambre. Yo lo que quiero es morirme”.
Según informa Sánchez Mujica, entre el lunes 29 de junio, por la tarde, o el martes 30, en la mañana, Enmanuel fue trasladado para la sala de penados del Hospital Nacional, ubicado en calle 100 y Alta habana, donde se encuentra actualmente; su madre, solo pudo visitarlo una vez para llevarle unas maquinitas de afeitar. Desde entonces, no le han permitido volver a verlo.
Cuando Meibol Sánchez Mujica describe el aspecto de su hijo no puede evitar las lágrimas: “Está más delgado, más deteriorado; su aspecto es muy deprimente. Parece un viejito, por lo arrugado que está; muy consumido, muy deteriorado. Mi hijo se muere, y con él toda mi fe en la justicia revolucionaria”.
La Habana, 5 de julio.