Martes , 27 Junio 2017

La gravedad se agudiza

El joven prisionero Enmanuel Abreu Sánchez, en huelga de hambre desde el pasado 13 de mayo, comienza a mostrar signos de deterioro renal.

A las 12:30 del mediodía del 17 de julio, la abuela de Enmanuel, la pedagoga de 73 años Julia Alejandra Mujica Jiménez, se presentó en el Hospital Nacional Enrique Cabrera para interesarse por la salud de su nieto.

Mujica Jiménez aseguró que “las autoridades no me dejaron verlo. Pero la enfermera que está a cargo de supervisar a Enmanuel, me dijo que el único cambio en el estado crítico de salud de mi nieto es que ya no está orinando; y aunque no precisó el tiempo, yo considero que para afirmar que una persona que lleva 66 días en huelga de hambre no está orinando tienen que haber transcurrido muchas horas para que resulte preocupante. Yo pienso que ya se están manifestando los primeros signos de insuficiencia renal”.

Por su parte, Meibol Sánchez Mujica –madre de Enmanuel- nos informó que “el 17 de julio, entre las 12:00 del mediodía y la 1:00 pm llamé por teléfono al CLEP (Control de Legalidades de Establecimientos Penitenciarios) y hablé con la fiscal Esmilda, jefa de ese departamento, que radica en la Fiscalía Provincial de Ciudad Habana, ubicada en Calle F, entre 23 y 25, Vedado, municipio Plaza de la Revolución, La Habana”.

Sánchez Mujica explicó que “la fiscal Esmilda me dijo que ellos le habían enviado a la Fiscalía Provincial de Guantánamo una solicitud de Revisión de Causa sobre el caso de Enmanuel, pero que la Fiscalía de Guantánamo se negó a aceptar la solicitud, por lo que la Fiscalía Provincial de Ciudad Habana hizo un informe sobre la negación y lo enviaron al tribunal Supremo”.

Meibol Sánchez y su madre Julia Alejandra Mujica opinan que “la negación de la Fiscalía Provincial de Guantánamo a la solicitud de la Fiscalía de Ciudad Habana para que realicen una revisión de la causa en la que fue juzgado mi hijo prueban las inconsistencias y las burdas mentiras de las acusaciones por las que condenaron a Enmanuel a 12 años de prisión. No solo son unos desvergonzados, sino que además se permiten la desfachatez de ser insolentes”.

La madre del joven prisionero solicita a todas las organizaciones de derechos humanos que intercedan ante el gobierno y las autoridades cubanas para que se haga justicia y su hijo no muera.

La Habana, 18 de julio.


 

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