Desde la prisión del Combinado del Este informó a esta reportera una fuente que pidió no se mencionara su nombre por medida de seguridad, acerca de la muerte de dos presos enfermos de VIH-SIDA por negligencia médica.
El preso enfermo de VIH-SIDA, Joel Carmenate Peña, de 26 años, falleció el pasado viernes 6 de diciembre, a las 10 de la mañana, con una candidiasis cefálica, que le alcanzó el intestino y un pulmón. Estaba ingresado en el Hospital Nacional de Reclusos HNR, desde hacía 8 meses. Ya grave lo trasladaron para el Hospital Salvador Allende, más conocido por la Covadonga, donde fue ingresado en la sala de terapia intensiva, donde falleció.
El tribunal le había denegado la licencia extrapenal, respondiéndole que si de ellos dependía él se moría en la prisión.
Otro enfermo con VIH-SIDA, Jorge Rodríguez, de 35 años de edad, falleció el pasado sábado 7 de diciembre a las 9 de la mañana, en el HNR. Estaba enfermo de tuberculosis crónica. Falleció de un paro respiratorio, en la sala de terapia intensiva. Llevaba un año ingresado.
Otro paciente con VIH-SIDA fallecido la semana pasada fue Dorki Ofarrill, de tuberculosis, quien llevaba un mes y medio en el HNR. Los médicos decían que no tenía nada.
En peligro está el paciente de VIH-SIDA, Joel Agramonte Villa Vicense, de 36 años de edad, quien lleva un año ingresado en el hospital antes mencionado de la prisión. Padece de Linfoma de Hodgkings, hiperplasia reactiva, hepatitis C, ulcera duodenal, y tuberculosis. Amenazan darle el alta médica. Según los médicos, el paciente no presenta ninguna patología.
