Desde la prisión de régimen severo Kilo 7, provincia de Camagüey, los presos Ángel García Rivero y Félix Alfonso Pérez Gamboa informaron sobre los continuos maltratos y actos degradantes e inhumanos en dicha prisión.
Los preceptos de las reglas mínimas internacionales para el tratamiento de los detenidos y presos, son violados en todas las prisiones cubanas.
A diario aumentan las autoagresiones y los intentos de suicidio entre la población penal producto de la falta de asistencia médica, la falta de medicamentos, el miedo a las brutales golpizas, los castigos crueles en las celdas de castigo, el hambre, hambruna, las largas condenas, muchas veces por delitos no cometidos.
El jefe de la prisión Kilo 7, Feliberto Hernández Luz, fue sancionado por desvío de recursos, cuando era jefe de la prisión de régimen especial la 26, más conocida por Kilo 8. Estando de jefe allí construyó tres vivienda para su uso personal. Luego de un tiempo que estuvo de castigo en la prisión de Cerámica Roja, en la misma provincia, volvió a ocupar el cargo de jefe en Kilo 7.
Hernández, en union del segundo jefe de la prisión, el mayor Duvergel, el 1er tte Martí, así como el capitán jefe de reeducacion Daimar, han aumentado la represión contra los presos políticos y comunes, imponiéndoles severas medidas, entre las que se encuentran, golpizas, aislamientos en celdas de castigo, suspensión de las visitas familiares, y el acortamiento del horario de teléfonos debido a las informaciones dadas por los presos a periodistas independientes.
Los presos Bárbaro Carménate Sánchez, de 59 años de edad, y Drai William, se inyectaron VIH-SIDA. Prefirieron buscar la muerte antes de seguir aguantando los tratos degradantes que han tenido que soportar el tiempo que llevan en prisión.
Casos como los mencionados antes son frecuentes en las prisiones cubanas.
La población penal de Kilo 7 tienen miedo de inyectarse, creen que serán infestados con alguna aguja.
El gobierno cubano ha afirmado en varias ocasiones que los presos en Cuba reciben una alimentación buena-
La comida que les suministran a los presos tiene un valor nutritivo por debajo de las 1400 calorias diarias. Los presos sufren hambre. Decenas han fallecidos por la falta de alimentación.
Son muy frecuentes los maltratos físicos por parte de los carceleros. A veces lesionan gravemente a los presos, sin que se haga justicia: siempre quedan impunes.
Sobre el jefe de orden interior Julio Menen Suárez, dijo el preso Angel García que podía hacer un libro. Afirma que en el mes de septiembre, la cifra de casos golpeados con lesiones graves y para toda su vida, por este carcelero, conjuntamente con otros, fue de 25.
Menenz mató a cabillazos a dos reos cuando trabajaba en la prisión de régimen especial la 26, más conocida por Kilo 8, en el año 2008.
Estos asesinatos otros son cometidos por los carceleros, sin que se haga justicia.
Informó el preso Félix Alfonso que el tte coronel Filiberto Hernández Ruiz y su camarilla, se han ensañado contra el reo Jorge Batista Quindelan, de Santiago de Cuba, de 45 años de edad.
El preso lleva más de un año solicitando el traslado para su provincia natal, ya que sus padres son fallecidos.
El 19 de julio de este año, el preso perdió a su hermano menor, Héctor Quindelán Cuesta. Dos horas antes de fallecer, avisaron a la prisión que estaba muy grave. Al hacer la reclamación al jefe de la prisión, este dijo que no tenía conocimiento de nada, que él mismo investigara qué carcelero había recibido la llamada.
Afirma la fuente que la cuñada de Héctor Quindelán, que es quien tiene todos los documentos de la propiedad de la casa, ya que los padres de él son fallecidos, planificó planificando con un policía para que no sea trasladado a la provincia, y le busquen un delito para que no salga de la cárcel y poder quedarse con la casa y todas sus propiedades.