Martes , 27 Junio 2017
Custodiados por caninos y sin decir felicidades mamá

Custodiados por caninos y sin decir felicidades mamá

[Harold Alcalá Aramburo y Maikel Delgado Aramburo. Imágen de Archivo]

Harold Alcalá Aramburo, Maikel Delgado Aramburo, Ramón Henry Grillo y Yoanny Thomas González, ya llevan 11 años en cautiverio  en las mazmorras de Cuba. Durante su juicio Fidel Castro    en menos de 72 horas, mandó a fusilar tres hombres de la raza negra, como escarmiento por tratarse de llevar la lanchita de Regla hacia los Estados Unidos de América.

Ellos  fueron condenados a permanecer por el resto de sus vidas confinados; en el momento de su prisión tenían 22, 23, 31 y 40 años de edad respectivamente. Solo buscaban  la libertad de la que carecemos los cubanos, por estar forzados a vivir en una sociedad a la que se le imponen los pensamientos e ideologías castro-comunistas.

Este hecho obtuvo gran repercusión política, por la falta de sensibilidad humana del dictador, luego de un pedido de clemencia que hiciera en aquel entonces el Papa Juan Pablo  II.

Ellos permanecen en el área especial 47, más conocido como “El Corredor de la Muerte”, de la prisión de mayor rigor  “Combinado del Este”, en la que han contraído numerosas enfermedades y disímiles padecimientos.

En el momento de la visita, y cada vez que los van a trasladar para cualquier otro lugar, son custodiados y asechados por perros de la raza “pastor alemán”, además de estar con las manos encadenadas a la cintura.

Los familiares de estos reos no han cejado de pedir su libertad y de hacer cartas a diferentes órganos del Estado cubano, las respuestas siempre son las mismas, pero ellos siguen y seguirán luchando hasta  que se haga justicia y  sean puestos en libertad.

Para ellos no hay Día de las Madres; Maikel es el que más ha sufrido, perdió a su mamá hace  ocho años. Sin embargo las madres de aquellos tres  fusilados de su causa,  todavía siguen llorando la pérdida de sus hijos.

También están las madres de otros que han caído en el camino como la de  Orlando Zapata Tamayo, que murió en la prisión tras de haber realizado una huelga de hambre, esas madres nunca más conocerán lo que es ese día, fue arrancado del almanaque de sus corazones.

La Habana, 10 de mayo de 2014.


 

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