Martes , 27 Junio 2017

Da vuelta a la noria

Unos tanques de agua en el pasillo colindante con su vivienda, es el motivo por el cual la señora Materilda Guisado Arévalo de 60 años de edad, vecina de la Trocadero # 253 en Centro Habana, vive en una constante zozobra  y ya no le queda lugar donde ir. Desde el año 2013 ha estado presentando su queja y hasta  la fecha no ha resuelto algo.

Según explica Materilda, su vecina Oneida María Pacheco Cruz, ha puesto unos tanques para almacenar agua, que le han provocado filtraciones en el baño, dañando los azulejos y la ventana, que producto de la humedad se ha puesto en muy mal estado.

El problema entre vecinos ha llegado al extremo de que Materilda ha tenido que hacer varias denuncias por amenaza a la señora Oneida, las que nunca han dado a lugar; y es que todos los del barrio, por las relaciones de esta señora con la policía comentan que es informante.

A pesar que posee un dictamen técnico con fecha 20 de agosto de 2013, el que dice que su vecina tiene que reubicar los tanques de abasto de agua, eliminar las vigas, reparar los muros; así como las ventanas, hasta la fecha no se ha cumplido con lo dictaminado.

Al no recibir ninguna respuesta y viendo el poco caso que Oneida prestó al documento antes mencionado, Materilda se dirigió a la Contraloría General, General de la República, quejándose de la inacción de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) y el maltrato a su persona por ese órgano oficial, además de no querer recibir la denuncia hecha a su vecina  por amenazas.

El mayor Roja, personalmente, en el Sector de la Policía ubicado en Águila entre San Miguel y San Rafael, le dijo que la denuncia la tenía que hacer en la Estación de Policía de la calle Zanja. Al dirigirse allí se encontró con la sorpresa de que en vez de ser la acusadora, ella era la acusada y la tuvieron arrestada desde las 2 pm hasta las 9 pm, en espera que su vecina fuera a hacer la acusación, pero nunca llegó.

Materilda tiene una enfermedad incurable, y ha tenido que ser intervenida quirúrgicamente cinco veces, además de padecer de una cardiopatía.

Ella dice haber creído en la “revolución”, ya que su abuelo Pantaleón Arévalo Martínez, les permitió a las tropas rebeldes acampar en varias ocasiones en su finca en la actual provincia Granma, nombrada Los Coquitos. También su hermano perteneció a la columna de Ernesto “Che” Guevara, aunque ahora ambos –abuelo y hermano- son fallecidos.

El hecho de que su problema no haya tenido solución y por el contrario haya tenido que pagar multas, la han citado en varias ocasiones oficialmente, le indica que los tiempos han cambiado mucho y que ya la condición de mártir de su hermano o la de cooperante de su abuelo no interesa a los que ahora dirigen el país.

Envueltos en estos tipos de conflictos hay muchos cubanos, que ven dar la vuelta a la noria sin encontrar el cubo del agua. La línea de mando está perdida y cada cual hace lo que quiere o le conviene.

La Habana, 4 de setiembre de 2014.


 

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