Martes , 27 Junio 2017

Amenazan a preso contestatario

Desde la prisión disciplinaria  Kilo 9, en la provincia de Camagüey, el preso contestatario Eduardo Gamboa Suarez, ex sargento instructor de la FAR, informa que fue  amenazado por los jefes de  la prisión y la policía política.

Aseguró la fuente que el jefe de la prisión, el teniente coronel Miranda, el jefe del control penal, el capitán Ángel, el pasado 30 de junio, en la oficina del jefe del primer jefe, puso frente a él a la sicóloga militar Yulaimi y su ayudante Yuliet, y bajo coacción desmintieron  la declaración dada por él en cuanto a estas oficiales.

Dicha información se refería a los hechos del pasado 28 de mayo, cuando en horas de la mañana en presencia de otros militares y reos, la sicóloga, quien está sujeta a un tribunal militar, cortó el carnet del MININT,  y su ayudante fue  degradada a primer teniente por las supuestas relaciones que mantiene con los reos.

Las militares negaron con temor, y bajo presión,  todo  cuanto habían denunciado a la fuente, manipulando la verdad para hacerle creer a los militares presentes que la justicia estaba de parte de ellas.

El jefe de la prisión le ordenó a la fuente  que le diera los nombres de los informantes que le facilitaron la información sobres sus actos de corrupción, respuesta que fue denegada por salvar a la fuente confiable, por esto Gamboa, fue amenazado con ser denunciado por el supuesto delito de perjurio, si no demostraba que la fuente tenía razón.

También le dijo el teniente coronel que “iría hasta el final hasta hacerlo tierra” aunque le costara su carrera y sus grados; que de la única manera que Gamboa Suarez se salvaba era desmintiendo la acusación hecha el pasado 12 de junio, y que él quería ayudarlo. Entre chantajes, le dijo que pensara bien, que pensara en su madre, Marlene Margarita Suarez, quien padece de células cancerinas en desarrollo en las mamas, hernias discal, sacrolumbagia, hipertensión arterial, problemas en el corazón y crisis nerviosas, entre otras enfermedades crónicas.

A raíz de la amenaza y coacción hecha por el teniente coronel, la fuente sintió temor de que pudieran intentar algo contra su madre y no pudiera verla más, conociendo, lo capaces que son la policía política,  cayó en un lapsus e hizo la carta negando la denuncia.

Según el teniente coronel Miranda, la fuente sería llevado a una corte disciplinaria y no a un tribunal por acceder a hacer la carta.

El preso Eduardo Gamboa Suarez teme el rumbo que pueda tomar la carta que fue hecha bajo amenaza y coacción, un error que no se perdonará jamás.


 

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