Las detenciones temporales de activistas prodemocráticos continúan. Según el informe mensual de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), un total de 813 personas fueron arbitrariamente arrestadas durante el mes de marzo.
Aunque el número de afectados con esta medida decreció respecto a los dos meses anteriores, son pocas las esperanzas de que se modifiquen los índices de intolerancia.
El régimen seguirá apostando por disuadir cualquier acción que ponga en peligro el privilegio de gobernar a sus antojos.
Lo que ha cambiado desde que Raúl Castro asumió la presidencia del país, es la forma en lograr sus objetivos. Es cierto que menos activistas son condenados a prisión, pero no pueden librarse de los arrestos por breve tiempo, de los actos de repudio, las confiscaciones y las amenazas.
El bajo perfil de estos eventos represivos contribuye a que muchas veces pasen inadvertidos entre el torrente de noticias que circulan por el mundo día a día.
Los beneficios del régimen son perfectamente cuantificables. No obstante sus pésimos records en el tema, es parte del Consejo de Derechos Humanos y de otras instituciones que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Una oportunidad para que el asunto se aborde sin circunloquios ni desvergonzadas parcialidades está a las puertas.
Las conversaciones de alto nivel con la Unión Europea pudieran arrojar resultados positivos, aunque sería preferible no forjarse demasiadas ilusiones.
¿Será cierto, como han afirmado varios políticos europeos, que el respeto a los derechos humanos en la Isla es un tema crucial del diálogo a iniciarse en breve?
Habría que ver la forma en que se toca el tema, el orden de las prioridades y los matices de las conclusiones que se deriven de los contactos.
El proceso durará, según han anunciado funcionarios del Viejo Continente, no menos de dos años. En este lapso, ¿disminuirán las detenciones temporales?, ¿Se decretará una amnistía para los presos políticos?, ¿y qué de las turbas parapoliciales con sus arrebatos de violencia frente a las casas de los opositores pacíficos?
Es prematuro vaticinar el éxito o el fracaso de los debates. Lo cierto es que mientras se acondicionan los espacios y las agendas, la situación al interior de Cuba se mantiene igual.
Elizardo Sánchez, fundador y líder la CCDHRN, desconfía de la actuación de la parte cubana en los encuentros.
“No podemos ocultar nuestro profundo escepticismo debido a la casi absoluta falta de voluntad política del régimen imperante en Cuba”, que “insiste en presentar como ‘reformas’ determinados cambios administrativos, sin impacto estructural ni legitimidad jurídica y, por tanto, perfectamente reversibles”, dijo el veterano activista en una nota publicada por Diario de Cuba.
Soy de la opinión que si definitivamente hay avances, sobre todo en lo tocante a las libertades fundamentales, estos serán lentos y limitados.
Si ocurriera lo contrario sería una gran sorpresa.