Enfermo de Lepra contagiosa desde el 2011, el reo Carlos Luis Gómez Lugo, recluido en el edificio número tres de la prisión Combinado del Este, advierte, que su vida corre peligro, al no recibir asistencia médica para su enfermedad. El mismo está padeciendo de fiebres muy altas y abundantes sangramientos desde hace ocho días.
“Se me están cayendo los trozos de piel de los pies y de las manos. Tengo fiebres de 39 y 40, no me dan atención médica ninguna y estoy sin medicación. Aquí me tienen tirado en la celda 3431 sin ningún tipo de condiciones. Me estoy muriendo, ya no puedo más”, advierte entre lágrimas.
Carlos dijo, vía telefónica a este reportero , que el oficial Erasmo, con grado militar de mayor, mantiene su historia clínica bajo llave en una oficina y le niega llevarlo ante el doctor. El reo refiere, que es ocultado por los oficiales durante inspecciones realizadas en el penal por altos oficiales del ministerio de cárceles y prisiones.
“A estos oficiales le regalan muchísimos productos de comida para que se lleven y estos inspeccionan por arribita”, explica Carlos.
Su arresto ocurrió hace seis meses atrás en la zona de Guanabo en el municipio Habana del Este, cuando este pedía limosnas con una imagen del santo de la iglesia católica San lázaro.
“Fui llevado a juicio acusado de robo con fuerza, cuando yo apenas puedo caminar por mi enfermedad (…) Cuando exigí al tribunal que se mostraran las pruebas, estos anularon el juicio por falta de pruebas, y sin embargo, sigo preso”, agrega Carlos.
En el momento del encarcelamiento, el reo se encontraba recibiendo tratamiento médico en el Santuario Nacional del rincón, donde existe un sanatorio para tratar la lepra. Según un médico consultado allí, Carlos padece de infección crónica producida por el bacilo de Hansen, caracterizada por lesiones de la piel, nervios y vísceras, sobre todo tubérculos, manchas y úlceras.
Alberto Lorenzo Delgado, enfermo de sida, que también está recluido en el Combinado del Este, dijo, que Carlos está muriendo lentamente. El reo asegura, que en la mañana de este viernes, Carlos perdió el conocimiento producto de los dolores, además, que sangra sin parar por la nariz y por la boca.
“Él está muy mal, no creo que aguante mucho, se está pudriendo y es posible hasta que nos contagiemos muchos presos aquí”, indica Alberto.
La Habana, Cuba.
