En la mañana del 28 de marzo esta reportera acompañó a la dama de blanco Yaquelin Boni Hechavarria, al Hospital Clínico Quirúrgico Oftalmológico “Ramón Pando Ferrer”, conocido como la Liga contra la Ceguera, situado en el municipio de Marianao, La Habana, para la operación programada a su hijo Yasser Rivero Boni, por la golpiza propinada por un guardia del Combinado del Este, donde se encuentra recluido, que le afectató gravemente el ojo derecho.
Cuando llegamos a las 8 y 15 de la mañana se encontraba el represor Reiner, de la policía política, en la entrada del hospital, esperando a Boni. Este le refirió a Yaquelin Boni que su hijo ya se hallaba en el salón de operación ambulatorio desde la siete de la mañana.
Fuimos y preguntamos en la sala de espera, donde nos confirmaron la información.
Yasser Rivero fue llevado al hospital a las seis de la mañana, según supimos por familiares de pacientes que estaban en la sala de espera. Lo bajaron del salón de operación aproximadamente a las 10 y 30 de la mañana bajo los efectos de la anestesia con dolor en el ojo, y lagrimas que le salían del otro, junto a seis guardias hombres, con bastones de madera, y una mujer. Iba con las manos esposadas, como si fuera un preso muy peligroso. Tuvimos que decirle al represor Reinier que ordenara que le quitaran las esposa.
Reinier le dijo a la madre de Yasser que le iban a dar dos minutos para que lo viera. Nunca fue así. A su hijo los guardias lo llevaron de prisa hasta la ambulancia. La ambulancia se encontraba en mal estado y no tenía camilla, por lo que Yasser Rivero iba sentado en una silla de hierro.
El tiempo que tuvo la madre de Yasser para verlo fue menos de dos minutos.
Pude alcanzar a darle un beso en el rostro. No lo encontré ni regular. Me causó mucha tristeza verlo tan desmejorado.
Los golpes que recibió Rivero Boni en el rostro por parte del militar Alcides le provocaron la lesión en el ojo derecho y el desvío del cristalino. Al pasar los días, cuando fue bajando la inflamación, esto ocasionó una catarata traumática. En medio de la operación, los médicos observaron que también fue afectado el iris y la retina. Tuvo que ser retirado el cristalino, a cambio le implantaron una prótesis de un lente ocular.
El miércoles 26, la madre de Yasser Rivero fue a la prisión para una visita que estaba planificada por la jefatura. Al llegar le informó el segundo jefe de orden interior del edificio uno, nombrado Adonis, que no le podía dar la visita, porque el que atiende la prisión por la Seguridad del Estado no se encontraba ya que estaba en una actividad por el aniversario de esa institución militar. Yaquelin Boni permaneció desde las una de la tarde hasta las ocho de la noche pidiendo que si no podía ver a su hijo al menos le dieran una llamada telefónica para saber de su salud.
Dada esta situación, el jueves 27 se dirigió Yaquelin Boni al departamento represivo de la sección 21 en Marianao, para reclamar el derecho de estar con su hijo, y que le aclararan la situación de salud que estaba presentando su hijo. Allí, en la calle la atendieron los represores Lázaro, Nestor, y Reinier, quienes le dijeron que ellos no eran responsables de ese hecho, que la prisión tenía que responder y tenerle al tanto de la evolución de su hijo, que fuera para su casa que iba a ser recogida por un oficial de la prisión y la llevaría a ver a su hijo y que los médicos le informarían de la situación de su salud.
Cuando junto con ella llegué a la prisión, alrededor de las 7 de la noche, los médicos le informaron que lo habían llevado al hospital antes mencionado y los especialistas le dijeron que tenía que ser operado porque el golpe le había ocasionado una catarata traumática, que la operación sería en horas de la mañana del día 28.
A pesar que los esbirros estaban detrás de mí para que yo no pudiera tener evidencia de la realidad, con la gracia de Dios pude tirar varias fotos, una de ellas de Yasser Rivero Boni, que demuestra de lo que son capaces los militares en las prisiones cubanas, y luego quedan impunes.
Presos y expresos han comentado que tanto Alcides como Riquelme y otros militares del Combinado del Este han cometidos delitos graves de torturas físicas que han dejado a reclusos con afectaciones para toda la vida, como fue el caso de Yasser Rivero. A otros las golpizas les han provocado la muerte. A algunos los han sancionado a dos años de prisión, pero luego vuelven a las prisiones, como carceleros, para cometer los mismos delitos.
Cabe aclarar que este oficial Alcides le propinó cuatro golpizas a Yasser Rivero Boni, una el 31 de marzo en el 2012, las otras el 28 de febrero, 11 y 15 de marzo de este año. En esta última casi lo mata.