Martes , 27 Junio 2017

Manzanillo condenado a la insalubridad

A mediados de julio de 2012, cuando surgió el brote de cólera en Manzanillo, Granma,  Iris Dayana Soler Reyes de 12 años, Daniela Alejandra Espinosa de 4 años y Danieyis Espinosa Soler que era recién nacida en esa época, fueron ingresadas con la enfermedad en el Hospital Infantil Hermanos Cordobés, de esa localidad. También en esa ocasión -por la misma causa- fue ingresada en el Hospital Provincial Celia Sánchez Manduley,  Gretel Soler Reyes, mamá de la primera niña.

Todas ellas viven en la Carretera Central No.35 entre Primer Salao y Circunvalación, y para aliviar esa situación recibieron –en esa ocasión- la visita de Noemí Núñez, presidenta del Comité de Defensa de la Revolución ( CDR)  No. 9, Zona 62, Circunscripción 109,  Consejo Popular 13; acompañada de la coordinadora Irma Santiesteban y la delegada del Poder Popular que se identificó como Sonia. El objetivo de la presencia de estas funcionarias fue solicitarle a la mamá de Gretel, nombrada Anairis Reyes Reyes, que hiciera un hoyo en su patio, pues el Gobierno les iba a hacer de inmediato una letrina, como parte de las medidas que se tomaron para combatir el cólera. Todavía están esperando por lo que les prometieron, al igual que otras personas en la provincia.

Para solucionar la difícil condición de vida que tienen en la casa, están defecando al aire libre y en breve tiempo tendrán que hacerlo en envases plásticos y tirarlos a la calle;  ya que la fetidez es muy grande.  Esto se hace más difícil desde el punto de vista sanitario, si se tiene en cuenta que  el agua de tomar está contigua a las heces fecales. De igual forma les habían prometido entregarles un tanque de agua y no lo han recibido.

Esto es una pequeña muestra de cómo se comporta el escenario higiénico sanitario en Manzanillo, que en breve plazo puede dar lugar a que se incrementen de nuevo las epidemias, ya que todas las familias que resultaron engañadas están en riesgo de volver a adquirir la enfermedad.


 

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