Martes , 27 Junio 2017

La dictadura de los tres minutos

Al concebir la necesidad de redactar este texto, había pensado otro título: Carta a un amigo, inspirado en un correo recibido de Adolfo Fernández Saiz, ex prisionero de la Primavera Negra residente en el exilio.

En su breve mensaje, Adolfo me dice “siempre apreciamos lo que están haciendo tú y otros”, pero estoy casi seguro que pocos cubanos, dentro y fuera de isla, conocen mi trabajo durante el último año y pico. Sobre todo mi trabajo principal, pues prestar servicios variados a la sociedad civil es parte de lo cotidiano; La K-cita de J sigue siendo un espacio de encuentro plural de la disidencia cubana, donde encuentran alojamiento hermanos de provincias que no tienen recursos para pagar su alquiler; donde nos reunimos para interactuar en dirección a un cambio democrático para Cuba. Cuando teníamos mejor situación, brindábamos comida a hermanos en graves aprietos, abundantes entre los disidentes de a pie.

Digamos que mi trabajo principal es el Proyecto Cuba EXIGE, que consta de dos vertientes: la Galería del CAMBIO y La Película del CAMBIO. Las dos vertientes conforman su aspecto funcional a través de El Atlas del Inconforme. En El Atlas del Inconforme aparece, con ese mismo rótulo, una hoja de cálculo Excel con los nombres, en orden alfabético, de los participantes en el Proyecto. En la columna Libro aparece un número que se corresponde con el nombre del participante; se da un clip izquierdo sobre el número correspondiente y se despliega el libro donde está registrado el participante.  El conjunto de los diecisiete libros conformado hasta el presente es lo  que se nombra La Galería del CAMBIO, y consiste en la presentación de fotos de cubanos de la isla que voluntariamente participan en este espacio, acompañadas por sus datos de identidad y localización (nombre y apellidos, dirección, # de identidad, teléfono, dirección electrónica, etc.) organizado en grupos de cien personas. Es imprimible y una eficaz herramienta para facilitar la comunicación dentro y hacia la sociedad civil cubana, muy apreciada entre otros por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, presidida por Elizardo Sánchez Santacruz. En estos momentos la Galería del CAMBIO se aproxima a completar su Libro 17, significando la inclusión de 1 700 personas.

La Película del CAMBIO es sin dudas lo que más molesta a la dictadura cubana, pues funciona como un acto plebiscitario al juntar en grupos de veinte personas la demanda de un cambio de régimen para Cuba. Se graban pequeños clips de video, luego se editan de manera que los veinte participantes discurran en tres minutos. Ajustar cada Parte de la Película a esos tres minutos es un acto de dictadura auto impuesta.

La Película  del CAMBIO  se constituye en un golpe al régimen castrista en su flanco más vulnerable, el de la legitimidad. Con esta labor nos proponemos demostrar, de manera inequívoca, que una parte de la sociedad cubana rechaza explícitamente la continuidad del poder de la dinastía Castro. Es el primer esfuerzo conocido donde se utiliza la tecnología del audiovisual para juntar voluntades e identidades en dirección a un fin político.

Las reacciones de la inteligencia castrista no se hicieron esperar. Cuando alcanzamos alrededor de trescientas grabaciones en internet el Noticiero de la televisión agregó un segmento al que nombró Cuba dice, donde se mencionan con cierta transparencia algunos problemas que han aquejado la situación cubana durante décadas; claro, la responsabilidad recae siempre en los niveles más bajos, exonerando a la cúpula del poder.


 

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