Martes , 27 Junio 2017

Cuando dos amigos se van

Cuando alguien que uno estima y aprecia sinceramente se nos marcha el corazón se nos estruja por el impacto y el pensamiento se llena de pasados recuerdos. Las noticias se recibieron casi al mismo tiempo. Una desde España, cruzando el Atlántico, la otra de Florida.

La primera daba a conocer el fallecimiento de Oscar Pérez, “El Comandante”, como algunos solíamos llamarle, grado que ostentaba por sus largos años como piloto internacional de la línea aérea española Iberia. La otra nota luctuosa se refería a Orlando Fondevila, el Hijo de El Cerro, la contrapartida de la isla en la Fundación Hispano Cubana. El hombre con quien discutíamos sobre diversos temas de la actualidad internacional, poesía y personajes ilustres.

A ambos los conocimos al llegar desterrados a la Madre Patria en agosto del 2010. El Welcome fue el lugar de nuestro primer encuentro. Un hostal que en nada hace honor a su nombre, enclavado en el Polígono de Vallecas, lugar  primario del nacimiento de Madrid siglos atrás, donde nos alojaran a nuestro arribo a Madrid.

Oscar, con el acento castizo y pausado al hablar por sus más de 40 años de exilio en tierras españolas, en compañía de la sin par Mary Paz Martínez Nieto, el formidable dúo de ASOPAZCO, ambos con su análisis profundo de la realidad cubana y prestos a la ayuda solidaria.

Fonde, con la respuesta rápida y precisa para quien tratara de tergiversar la posición anticastrista de los exiliados cubanos, no solo en España sino en cualquier parte del mundo.

Cada uno con  características muy propias, pero ambos luchadores inclaudicables contra la dictadura totalitaria castrista. Hombres de pensamiento profundo, convencidos de que no es posible establecer diálogo alguno con quienes llevan más de 50 años sojuzgando y oprimiendo a todo un pueblo, con quienes se han enseñoreado en el poder.

Muchas son los recuerdos que guardamos de ambos. Oscar al frente del Centro Cubano de Madrid y representante en España de la Junta Patriótica Cubana. Fondevila con sus exigencias como editor de la Revista de la Fundación Hispano Cubana. Oscar con sus paseos para hacernos conocer los recovecos y escondrijos del bello Madrid. Fondevila con sus acalorados debates durante las tertulias de los jueves en las noches en el Café Gijón del Paseo de la Castellana. Oscar con sus visitas a museos, parques y lugares históricos. Fondevila con sus amenas charlas mientras viajábamos en la línea 1 del Metro de Madrid, desde Villa de Vallecas hacia la Plaza del Sol.

No son los primeros ni los únicos luchadores anticastristas que parten sin poder ver la tierra que los vio nacer libres de la opresión y la destrucción. Seres humanos de carne y hueso que han sentido lacerar sus entrañas, han llorado ante tan injusticia cometida y han maldecido a cuantos han apoyado a la tiranía que desgobierna a la isla desde hace más de 50 años.

Sus nombres y su accionar en la vida serán recordados por muchos, no solo por quienes les conocimos, por su entereza, valentía, honradez, amor a la Patria, la libertad y la democracia. No me despido. Desconozco cuando será ese afortunado día en que podamos regresar a una Cuba libre, pero de seguro que seguiremos su ejemplo de lucha para que sea lo más pronto posible.


 

Scroll To Top