‘Lo fundamental es qué estrategia va a tener la oposición’, dice Manuel Cuesta Morúa.
Miembros de la disidencia interna presentaron este lunes la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), una iniciativa que busca impulsar el movimiento ciudadano para encaminar una transición democrática en el nuevo contexto político de deshielo con Estados Unidos, informa EFE.
El disidente Manuel Cuesta Morúa, del Partido Arco Progresista, dijo que MUAD quiere “superar el debate” sobre la nueva relación de La Habana con Washington y la Unión Europea para “asumir esa nueva realidad y trabajar en ella para potenciar un cambio hacia una democracia participativa y ciudadana”.
El proyecto incluye a organizaciones de dentro y fuera de Cuba como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), liderada por el exprisionero político José Daniel Ferrer, el Frente Antitotalitario Unido, del disidente Guillermo Fariñas, o la plataforma #CubaDecide impulsada por Rosa María Payá, además de periodistas independientes e intelectuales como la artista Tania Bruguera y el historiador Boris González Arenas.
Según Cuesta Morúa, lo novedoso de esta iniciativa frente a otros intentos de la oposición cubana de aglutinarse es el “amplio espectro político” y su “composición plural”, que permite que las “diferencias entre grupos enriquezcan la agenda común”.
La MUAD dijo que está abierta a la incorporación de más grupos de la oposición.
Sobre la visita que hará el próximo viernes el secretario de Estado, John Kerry, a La Habana para izar la bandera estadounidense en la embajada de su país, Cuesta Morúa indicó que “de momento” no está invitado a esa ceremonia ningún representante de estos grupos de la oposición.
“Lo fundamental no es si se produce o no, lo fundamental es qué estrategia va a tener la oposición en este nuevo contexto y cómo aprovechar lo que sí creo que va a ser una interlocución permanente de los estadounidenses con la sociedad civil”, señaló.
La MUAD se propone movilizar pacíficamente a la ciudadanía y reclamar la liberación de todos los presos políticos. Asimismo, pedir una reforma migratoria que elimine los obstáculos al libre movimiento de los cubanos y permita a los que viven fuera entrar al país, residir en él y salir libremente, “sin condicionamientos”. También, una reforma económica que dé a los cubanos “plenos derechos de propiedad y de inversión, eliminando los privilegios que favorecen a los extranjeros, a la cúpula en el poder y a sus familiares”.
Los integrantes de la MUAD promoverán además el proyecto “Otro 18”, en referencia a 2018, el año en que Raúl Castro ha prometido dejar el poder. Esa línea de acción incluirá “propuestas ciudadanas para nuevas leyes electorales, de asociaciones y de partidos políticos” y planteará la realización de un plebiscito que permita a la ciudadanía dar legitimidad a los procesos políticos en Cuba.
La MUAD exigirá, por otra parte, la ratificación e implementación de los Pactos de Derechos Civiles y Políticos, Económicos, Sociales y Culturales, firmados por el Gobierno en 2008 en la ONU, y la reforma al Código Penal cubano. Respaldará propuestas como la de una Ley de Amnistía y un llamado al Diálogo Nacional, entre otras.
Erick Álvarez, de la plataforma #CubaDecide, subrayó que el cambio en Cuba “no va a venir de fuera”, “ni lo traerá el Papa, ni la Unión Europea”, sino que “lo tienen que hacer los cubanos”, quienes deben movilizarse pare reivindicar pacíficamente sus derechos, el cambio que se quiere potenciar desde la MUAD.