Martes , 27 Junio 2017
Tinta ponzoñosa

Tinta ponzoñosa

Los amanuenses al servicio de la dictadura, parapetados tras las páginas de la prensa oficial, le ponen más cadenas y bolas de hierro al proceso de normalización, entre Estados Unidos y Cuba.

Son los adalides de la confrontación. El reducto de los cubanos que sobresalen por su defensa a ultranza de lo indefendible.

Se empeñan en seguir en la vanguardia de una filosofía que hace tiempo lleva las marcas de la obsolescencia y el fanatismo.

No hay que esforzarse mucho para llegar al convencimiento de que se trata de un plan elaborado desde mucho antes de la visita de Obama.

Así que el camino de la conciliación continuará empedrado y sinuoso. La élite verde olivo se siente a gusto con cada aporte que contribuya a la ampliación de los límites de la desconfianza.

En esa línea trabajan a tiempo completo, varios grupos de comisarios que les encanta hacerse pasar por periodistas.

Junto a las diatribas contra el enemigo, salpicadas de medias verdades y mentiras a tutiplén aparecen los encomios a Raúl y Fidel Castro.
En una reciente edición de Granma, el autor agradece a este último sus esfuerzos por habernos dado la posibilidad de vivir libres.

El comodín para despachar sus cuestionables puntos de vista fue la cita que hizo el inquilino de la Casa Blanca, durante su intervención en el Gran Teatro de La Habana, de una de las frases del prócer cubano, José Martí.

Obama recurrió a una frase del insigne poeta, cronista y excelso exponente de la lucha anticolonial contra la metrópoli española, para resaltar la importancia de los valores democráticos.

El derecho a cuestionar el discurso del mandatario de la superpotencia es totalmente válido, lo que resulta intolerable es el reconocimiento a Fidel como el gran emancipador.

Tal calificativo choca con la sensación permanente de estar en la cárcel, un fenómeno que se caracteriza por su preponderancia a nivel nacional.

En las comarcas del socialismo el proletariado sobrevive a duras penas, mientras baraja las opciones para la fuga. Dos particularidades que ponen en entredicho la supuesta cualidad del otrora dictador, ahora postrado y cercano al sueño eterno.

La libertad para que merezca ser exaltada precisa de muchas cualidades, barridas con los escobillones que siguen facturándose en los talleres de la ideología de ordeno y mando.

El artículo titulado “Gracias Fidel por la libertad” y firmado por Yusuam Palacios, denota la nociva parcialidad del Granma.

La apuesta de su nómina por retrasar la normalización con el poderoso vecino.
Su afán por exonerar de culpas a los máximos responsables de que Cuba se haya convertido en un sitio de donde han escapado más de dos millones de personas y un número igual o mayor mantenga en pie la esperanza de irse por cualquier vía.

El socialismo que nos impusieron tiene demasiadas rejas y candados, aunque sus creadores y cómplices se obstinen en disimularlo, entre otras cosas, con ríos de tinta y odio a granel.


 

Scroll To Top