Martes , 27 Junio 2017
Tango con bronca

Tango con bronca

No viene de las nóminas muertas de los viejos políticos, renunció a la oratoria de barricada y utilizó un lenguaje llano para comunicarse con el público. Propuso un programa para hacer felices a los argentinos y eliminar la pobreza y no busca una posición para enriquecerse porque es rico. Mauricio Macri es por eso, entre otras cosas, el nuevo presidente de Argentina y, además, porque se impuso en el país el espíritu de un cambio para sacar de la Casa Rosada el kichnerismo tieso y autoritario de Cristina Fernández.

Después de los festejos, los tangos y los asados, Macri sus amigos, los seguidores de su Propuesta Republicana (PRO) y sus compañeros de la coalición Cambiemos formada por socialdemócratas y liberales, tendrán que asumir el 10 de diciembre la dirección de un país que, según aseguró hace unos días a la prensa, vive en un gran desorden, sin transparencias, sin datos oficiales confiables y con el banco nacional “pelado.”

Junto los primeros brindis de la celebración comenzó también la reacción de casi todo el peronismo convocado por la nostalgia del trono que, de alguna manera, compartió durante los últimos 12 años gracias al matrimonio Kirchner.

Macri se enfrenta, en el plano interno, a un país partido por mitad porque su victoria se produjo por un mínimo de tres puntos , 51,4% contra el 48, 6% de su rival Daniel Scioli. Asume una herencia fatal con la economía estancada, pocas inversiones y alta inflación, al tiempo que algunos voceros el peronismo, con mayoría en el Congreso, llamaron a combatir al nuevo gobierno enseguida que las cifras confirmaban la victoria de Cambiemos.

Por otra parte, el presidente y su equipo se verán obligados a escuchar los reclamos de quienes los han votado con la esperanza de que, tal y como anunciaron lleven la pobreza a cero, le proporcionen ayuda a todos los adultos mayores, acaben con las bandas del narcotráfico y establezcan un gobierno decente y abierto que defienda la libertad de prensa.

En su vecindario tampoco hay alegría para celebrar un triunfo que le sube la fiebre a Nicolás Maduro obligado a medirse con la oposición en los comicios del 6 de diciembre y deja fuera de foco las fotos que se hicieron en plena campaña electoral con Scioli los presidentes de Brasil, Uruguay y Bolivia.

Macri ha invitado a todos a la fiesta del cambio político en Argentina aunque sabe que a muchos no les gusta esa música.


 

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