Horas después de que el OCDH denunciase la detención de Marthadela Tamayo por parte del Departamento de Seguridad del Estado, la activista cívica fue liberada. Como es habitual en la policía política cubana, la soltaron a considerable distancia de su casa, con todo su equipaje. Marthadela denunció los maltratos que sufrió, los robos de parte de sus propiedades, y las amenazas nada veladas que recibió. Por ejemplo, en relación al teléfono móvil que le robaron, le dijeron que el departamento de peritaje de la Seguridad del Estado de Holguín iba a revisar todo su contenido, que luego harían con eso lo que ellos entendieran hasta probar que tenía vinculación con ONG extranjeras y otras entidades (en referencia a que recibía de estas algún tipo de financiación o dinero directo).
No es la primera vez que Marthadela Tamayo González ha sido amenazada por sus actividades sociales y cívicas, pero la represión sobre ella ha ido incrementándose en las últimas semanas, posiblemente por su implicación en la Plataforma Ciudadana #Otro18. El OCDH quiere llamar la atención sobre el peligro real que implica para los activistas y defensores de derechos humanos en la isla el ejercicio de sus más elementales derechos cívicos, que no sólo se mantiene sino que (como muestran los datos) se ha incrementado, por mucho que algunas figuras internacionales se paseen y desfilen por La Habana como si todo hubiese cambiado.