Ya sabes que yo en ti sólo tengo confianza… y muy poca
Groucho Marx
Como la vetusta dictadura cubana no ha modificado un milímetro su conducta las democracias occidentales decidieron cambiar ellas. En el giro de 180 grados que comienza por modificar la Posición Común (PC) se han encontrado los 28 países que integran la Unión, es cierto que unos más que otros, pero es un hecho consumado y un comportamiento que se puede resumir con una frase de Marx -me refiero a Julius Henry-: “Estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros”.
Y parecería una fábula si no fuera por lo que hay detrás de esta decisión, que no solo es el drama existencial de los cubanos sino el suspenso en moral que significa.
“En Europa, el Gobierno español debería abandonar su posición de complacencia con la actual dirigencia cubana y apoyar inequívocamente a las fuerzas que trabajan por la democracia y las libertades en Cuba. El reciente ejemplo de la Cumbre Iberoamericana de Santiago -aquí podríamos decir CELAC La Habana y encajaría perfectamente- muestra adónde conducen las políticas de apaciguamiento con los caudillos del socialismo del siglo XXI”.
Estas son palabras del entonces ex embajador de España en Cuba y hoy secretario de Estado de Cooperación Internacional, en un artículo titulado “La Isla Suspendida”, publicado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) en el año 2007 y que recomiendo porque evidencia la frivolidad de los políticos. El autor se refiere a los “cambios” que anunciaba el ya gobernante cubano Raúl Castro de la siguiente manera.
“Esta misma técnica se usó a comienzos de los noventa, en el contexto de la caída del bloque comunista en Europa del Este, como medio para buscar soluciones ante la inminente crisis de suministros, mercados y tecnología que se avecinaba”.
“Las reformas económicas de los noventa fueron tácticas y reversibles, en tanto eran necesarias para mantenerse en el poder en un contexto de supervivencia del régimen”.
“Habrá que ver si, efectivamente, éstas y otras propuestas democratizadoras tienen eco en el interior del sistema o son, como en ocasiones anteriores, fuegos de artificio para que todo siga igual. En cualquier caso, es una obligación de las democracias occidentales respaldar a los cubanos que luchan por sus libertades y ayudarles para que el futuro de Cuba lo decidan los cubanos y para que ese futuro les permita transitar pacíficamente hacia un sistema democrático y próspero”.
Nada hay que garantice que esta vez será diferente; no importa lo que se haga a los disidentes o si se prolonga 50 años más aquel experimento social, lo importante es que han dicho, una vez más, que van a cambiar, y aunque comienzan intensificando el expolio a los cubanos parece que han convencido a los incautos.
Propuestas tan estrafalarias como la autorización para comprar coches que no podrían pagar los cubanos ni en 500 años de vida, o el dejar salir a discreción a unos cuantos disidentes sin permitirle la entrada a otros, o cobrar impuestos por subirse a los cocoteros, herrar los caballos, o cortarse el pelo, son una broma que la Unión Europea eleva a categoría de reformas y a los políticos europeos les vale como señales de cambio.
Seis años después de la promesa de reformas estructurales hechas por Raúl el cuadro de violaciones de derechos humanos y libertades fundamentales persiste. Las cifras de detenciones arbitrarias así lo demuestran: 2074, 4123, 60602, y 6424 detenciones en los años del 2010 al 2013, respectivamente; en enero 2014 se reportaron 1053, y en lo que va del mes de febrero ya pasan de 250 las detenciones por motivaciones políticas. En Santiago de Cuba arrestan a más de 70 opositores en un solo día, a Berta Soler le decomisan la mitad de su equipaje, más de 400 mil trabajadores por cuenta propia han visto fracasar sus negocios debido a las restricciones burocráticas y fiscales que impone el gobierno de La Habana, y hace apenas un par meses, el 10 de diciembre pasado, ocurrían hechos como los que denuncian el documental Gusano , realizado por Estado de SATS.
Mientras esto está sucediendo, el propio secretario de Estado de Cooperación Internacional hace estas declaraciones donde expone los argumentos que soportan el desmontaje de la PC:
“Hay más personas que tienen acceso a recursos que no vienen directamente del Estado, sino de su propio trabajo“. (También las hay en Corea o Afganistán.)
“La mejora en el hecho de poder salir del país sin necesidad de pedir permiso a las autoridades“. (Se olvida el derecho a regresar de miles de cubanos.)
“Eso ha permitido salir a muchas personas de Cuba, entre ellas personas que no están de acuerdo con el régimen y que han podido expresarse fuera con libertad y amplitud“. (Olvida que donde tienen que expresarse con libertad es en su casa, no en casa del vecino.)
“Llevamos 17 años de Posición Común, el mundo va cambiando y la situación de los países en la UE y en América Latina, también. Por tanto, creemos que hay que actualizarla, ponerla al día para ser más eficaces en la promoción de los intereses y valores de la UE en otros países“. (Y el régimen cubano lleva 56 años de dictadura.)
Groucho Marx lo diría así: “El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido”.