El sindicalista independiente Vladimir Morera Bacallao escapó de la muerte.
La información de que se le otorgaría una Licencia Extrapenal, determinó el cese de la huelga de hambre que realizaba desde más de dos meses.
De acuerdos a informaciones de sus familiares, su estado de salud es muy grave, por lo que permanece hospitalizado en la sala de cuidados intermedios del hospital Arnaldo Milián de la ciudad de Santa Clara.
Morera Bacallao, integrante de la Confederación de Trabajadores Independientes de Cuba (CTIC), fue sancionado en noviembre de 2013 a ocho años de cárcel, bajo cargos de “desorden público, atentado, desacato y daños”.
Un acto de repudio efectuado el 14 de febrero del 2013 frente a su casa, fue el detonante de los hechos que derivaron en el arresto y la posterior condena.
Su esposa, Nélida Lima Conde, purga una sanción de tres años de libertad condicional, tras ser agredida por la turba ese mismo día.
El procedimiento usado para sacar de circulación a ambos activistas es harto conocido. Las brigadas de respuesta rápida allanan, ofenden y golpean sin que el caso pueda ser denunciado ante un tribunal.
Una mínima defensa contra el atropello es suficiente para el encarcelamiento. La indefensión de las víctimas es total.
El hecho de que el sindicalista haya sobrevivido a la prolongada abstinencia de alimentos, no quiere decir que tendrá una óptima recuperación. Las secuelas físicas y sicológicas pueden llegar a ser crónicas.
Esta huelga fue la segunda después que las autoridades se comprometieran en revisar el expediente, tras sus insistentes demandas de libertad.
El fallo del Tribunal Supremo en contra de la petición, alegando que no había suficientes elementos, determinó el reinicio de la protesta.
El secretario general de la CTIC, Iván Hernadez Carrillo, celebró el estoicismo de Morera Bacallo en defensa de su libertad.
“Indudablemente es un éxito de las fuerzas democráticas. En principio lo engañaron dándole esperanzas de una posible liberación, pero fue una jugarreta para que depusiera la huelga. Él tuvo el valor de reanudarla y ganó”, dijo Hernández Carrillo.
“Tuvo nuestro apoyo todo el tiempo. Pensamos que moriría. No es fácil estar tantos días en esas condiciones”, agregó.
Lamentablemente, otros presos políticos que han decidido privarse de alimentos a modo de reivindicar sus derechos no tuvieron la suerte de sobrevivir.
En la lista de fallecidos resaltan los nombres de Pedro Luis Boitel y Orlando Zapata. Varias decenas han muerto bajo esas terribles circunstancias en los más de 50 años de dictadura.
La medida por la cual Morera Bacallao saldrá de la prisión no elimina la condena. Es decir que se mantiene el riesgo de que vuelva tras las rejas.
Es oportuno recordar que se trata de una Licencia extrapenal. Es decir que la espada de Damocles pende sobre su cabeza.
Sus victimarios sabían que estaba dispuesto a morir y buscaron una solución a corto plazo que evitara un alto costo político.
Este activista sindical ha ganado una batalla, pero ¿podrá reincorporarse plenamente a la lucha?
Después de someter el cuerpo y la mente a una prueba tan dura es probable que deba esperar un buen tiempo para reponerse, si es que no sufre alguna discapacidad de por vida.