La llamada reforma migratoria de Raúl Castro ha marcado un antes y un después para muchos cubanos, inclusive para destacados activistas de la oposición y disidencia interna. Sin embargo, todavía la política migratoria del gobierno cubano sigue siendo una de las más injustas y vejatorias del Mundo, en especial con los mismos cubanos. Muestra de ello es el hecho de que a miles de cubanos residentes en el exterior no se le permite la entrada a su propio país, algo impensable por lo menos en Occidente.
El artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos expresa que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”, sin embargo, para el gobierno cubano esto es letra muerta, a veces sin importar circunstancias humanitarias como puede ser la inminente muerte de un familiar.
Todavía queda mucho camino por andar. Bien sabemos que este tema a pocos interesa, entre otras razones porque ya muchos han solucionado su problema al poder salir cuando quieran. A pesar de ello, hay que seguir exigiendo y denunciando estos atropellos. El artículo 13 es una carretera de doble vía, exijamos que se eliminen todos los retenes y todos los peajes.