Martes , 27 Junio 2017

Gobiernos democráticos continúan ciegos y sordos ante la represión Castrista

Los crecientes arrestos de forma violenta contra mujeres y hombres pacíficos, durante once domingos consecutivos, no parecen ser una buena razón para que los gobiernos democráticos se pronuncien en contra de la violencia contra las féminas.

Cerca de cien activistas, entre mujeres y hombres, son arrestados y golpeados cada domingo después de misa, en aras de impedir que lleven a cabo una campaña a favor de la liberación de todos los presos políticos.

Variados informes y trabajos audiovisuales, sobre la represión empleada contra estos, han sido entregados por la líder de las Damas de Blanco Berta Soler en diferentes Sedes Diplomáticas de la Habana y los gobiernos continúan callados.

En medio del deshielo de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, el gobierno Castrista muestra en los últimos tres meses sus índices más altos de violación de los derechos humanos y continúan aumentando.

Desde el anuncio de la nueva política Estadounidense hacia la isla el 17 de diciembre pasado, los Castro han dado pasos de cangrejo en materia de derechos y libertades de sus ciudadanos. Mientras el gobierno americano accede a sus peticiones como la de sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, el gobierno Castrista continúa ejerciendo sus prácticas fascistas contra todo aquel que le represente peligro para continuar el camino de su régimen totalitario.

Las buenas intenciones del presidente Barack Obama de empoderar al pueblo cubano son claras, como también son clarísimas que las intensiones del régimen no son buenas. Desde el mismo día 17 en que se anunciaba el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, Raúl Castro aseguró ante las televisoras nacionales, que tenía una visión diferente sobre el respeto de los derechos humanos.

A pesar de los gestos de buena voluntad de Washington para restablecer las relaciones, en la actualidad, para los Castro esto continúa siendo muy poco e insuficiente, según las recientes declaraciones de Granma.

“Cuba debió esperar 33 años por el simple acto de justicia que se llevó a cabo cuando el Departamento de Estado Norteamericano oficializó la salida de nuestro país de la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional” señaló el diario.


 

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