Las detenciones arbitrarias en Cuba por motivos políticos no van a cesar. El último informe de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), evidencia que así será mientras la élite de poder se resista a implementar cambios que legitimen el ejercicio de los derechos fundamentales sin cortapisas.
Desafortunadamente esa posibilidad no aparece entre las perspectivas a corto plazo de la nomenclatura.
Las transformaciones autorizadas se limitan al ámbito económico. Incluso en este campo, prevalecen las indefiniciones.
Hasta el momento, el proyecto de actualización del modelo socialista, según la jerga oficial, carece de la necesaria articulación para lograr cierto nivel de funcionalidad.
Estancamiento es el término ideal para calificar una tendencia cada vez más visible tanto en le economía como en la sociedad en su conjunto.
Los 492 arrestos temporales de activistas prodemocráticos ocurridos durante el mes de febrero, complementan la visión pesimista sobre el futuro del país bajo el gobierno encabezado por Raúl Castro, José Ramón Machado Ventura y Miguel Díaz- Canel.
En términos cuantitativos, alarma saber que la cifra de detenidos triplicó las documentadas en enero.
Es decir que podría haber una tendencia al alza en los próximos meses. El casi seguro aumento de la beligerancia de una parte importante de las agrupaciones contestatarias, sobre todo en la capital y en las ciudades de Santa Clara y Santiago de Cuba, daría pie a que las fuerzas represivas respondan con su habituales excesos en el uso de la fuerza.
En el informe de la CCDHRN, se hace énfasis del caso de la golpiza recibida por la Dama de Blanco, Erálisis Frómeta Polanco, el 22 de febrero.
A causa del ataque, hubo de practicársele un aborto. Por supuesto, como suele ocurrir en estos hechos, los responsables no pagan sus culpas en los tribunales.
Se les estimula para que continúen actuando como verdugos frente a personas que realizan actos pacíficos a favor del respeto a los derechos humanos.
La celebración de la Cumbre de Las Américas en el venidero abril, en Panamá, y el intento de realizar eventos paralelos por parte de la oposición política e integrantes de la sociedad civil independiente, en los días previos y durante la reunión continental, augura un repunte en la ejecución de todas las variantes represivas con que cuenta el régimen para mantener el control social.
Quien dude a estas alturas de las intenciones de los mandamases en conservar las líneas maestras del sistema a través del uso y abuso del terrorismo de estado es porque quiere.
A diario se concretan más pruebas de que la tolerancia es a conveniencia y siempre en dosis pequeñas.
Quizás a partir del relevo generacional que previsiblemente cristalizaría en el trienio (2016-2018), cambien algunos patrones de gobierno.
De todas formas, creo que la sombra del autoritarismo estará presente al margen de los nombres que figuren en el gabinete post Raúl y Fidel Castro.
De lo que sí no hay dudas es en el mantenimiento de las tensiones sociales y de la impunidad en lo que resta de 2015.
La CCDHRN nos mantendrá al corriente de las incidencias que ojalá encuentren los ecos necesarios en el mundo.
Es hora de ponerle coto a una situación que tantos daños ha causado desde el punto de vista sociológico, cultural y psicológico a varias generaciones.
