De todos los escenarios pensados desde que era un niño pequeño, el de ver en vida al Presidente de Estados Unidos darle la mano a Los Castro era el más remoto, una vez más la realidad supera la ficción.
Pertenezco a una familia de exiliados cubanos que salimos de Cuba sin nada con destino a Madrid por la gran suerte de que mi padre era español. En Barajas, mis padres tuvieron que pedir comida a la Cruz Roja donde estuvieron tres días, después todo fue una lucha por sobrevivir primero, y mejorar después, en este país, el mío,España.
He asistido a innumerables conversaciones familiares de la realidad cubana: “Si Fidel se muere ya”, “si el embargo es bueno”, “si metieron en la cárcel al amigo, al cuñado”, “si el primo que estudio en Rusia”, “los que murieron en la guerra de Angola”, “los amigos que fusilaron”, “el primo balsero que llego de milagro”. Innumerables y dolorosas conversaciones de vidas rotas por unos políticos que sólo hicieron daño y generaron represión terminando por arruinar un país que en los años 50 estaba muy por delante del nuestro y hoy es una ruina donde se ha llegado a practicar el “turismo sexual”, o lo que es lo mismo, a prostituirse por pasta de dientes. Personas a las que, además, no se las dejaba salir de la isla, tenían que comulgar obligatoriamente con esa realidad.
Todo lo anterior lo padecimos familiar y personalmente muchas y muchas veces, teniendo que soportar a confusos supuestos artistas y “gente de la cultura” que iba y estrechaba la mano de quien generaba este dolor sólo por una gira,conseguir publicidad o estimular su ego. ¡Cuánto daño también hizo toda esta gente justificando lo injustificable, pero con gran capacidad de opinión y confusión por tanto!
Ahora, por motivos sin duda geopolíticos, económicos o de otro alcance que respeto, por supuesto, el Presidente de EEUU le da la mano al dictador Castro. Quizás el embargo no funciono, es posible que no sea el camino. Quizás hay muchos caminos que no conozco, quizás este equivocado. Yo no soy Presidente y se debe tener mucho respeto por acciones como esta con líderes que toman decisiones complicadas, pero con todo el respeto lo único que pienso es “¿no había otra opción mejor y terminar el embargo o hacer lo que fuera pero no darle la mano a Castro e implícitamente justificar y borrar de un plumazo un pasado lleno de dolor?”
[Publicado originalmente en ElMundo.es]