El cementerio del artemiseño municipio de San Antonio de los Baños, es víctima de la falta de cuidado y atención por parte de la administración de los servicios necrológicos. Se puede constatar con solo una mirada que no recibe el esmero requerido, ni siquiera sus céspedes son arreglados.
Está ubicado a casi un kilómetro del pueblo en la carretera que va hacia Güira de Melena, pero algo que tiene un valor para toda la población del municipio no parece merecer el respeto adecuado.
Otra cuestión alarmante consiste en la desaparición de los restos de los difuntos, es decir cuando los familiares por algún motivo necesario tienen que abrir un osario, lugar donde suelen guardarse los restos de los allí enterrados luego del tiempo requerido, se pueden encontrar con que faltan huesos o falta todo el esqueleto.
Usted podrá ver allí regados ataúdes –de muy mala calidad- de cadáveres que han sido sacados y que en algunos casos los tapa la yerba, que alcanza una altura considerable alrededor de las tumbas y osarios.
Existen presupuestos destinados a la atención y cuidado de los cementerios, pero éste al igual que el de Colón, en la capital, mantiene la profanación de sus tumbas, sin respetar y amparar -como está establecido- los restos de los que allí descansan.
Al parecer ya no hay paz para los muertos, ni se toman en consideración medidas higiénicas para evitar contagios de enfermedades. El empeño que se ponga por parte de los designados para mejorar el aspecto de este cementerio será una acción de satisfacción para la población de esta localidad artemiseña, cuando desde el punto de vista social se pueda ver que el sitio donde descansan los restos de seres queridos es atendido y respetado.
Artemisa, 11 de junio de 2015.
