El preso político Eglis Laforte Vidiaux fue amenazado por tres oficiales de la seguridad del estado el pasado dieciocho de enero, en el centro penitenciario de Valle Grande.
Según el testimonio del propio Eglis, los oficiales lo llevaron a la dirección, donde, en un principio, le ofrecieron que trabajara para ellos como informante, y que si aceptaba, sería el agente Ericsson. Además de que recibiría en el penal un tratamiento de lujo, sería llevado a un hospital para tratarle la artritis crónica de la que padece, y le darían una ayuda por bienestar social en cuanto fuera liberado.
Los oficiales que se hicieron nombrar Alexei y Dayan, le aseguraron a Eglis, que si él aceptaba su propuesta, ellos mismos le traerían también a su niño de 8 años para que éste pudiera verlo.
Ante la negativa de Eglis, entonces comenzaron las amenazas de ser deportado a su provincia natal y que presionarían a su suegra para que lo botara de su casa, que es donde Eglis residía antes de ser encarcelado.
“En sus ojos se veía la maldad, la falta de humildad y lo malvados que serían conmigo solo por pensar diferente” dijo Eglis.